Rugiendo como antes. Foto: Alfredo Arias
Rugiendo como antes. Foto: Alfredo Arias

Concierto

The Afghan Whigs, reencuentro en Madrid

La primera de las dos escalas españolas en la gira que The Afghan Whigs está realizando por Europa tuvo lugar el sábado 22 de octubre en el Teatro Barceló de Madrid (al día siguiente lo haría en Barcelona en La 2 de Apolo). Pese a las deficiencias de sonido, el grupo estadounidense facturó un concierto sólido, equilibrando el recuerdo de sus primeros años de trabajo con las canciones de su fructífera etapa creativa en el presente siglo.

The Afghan Whigs tocaron por primera vez en Madrid el 16 de abril de 1993. Venían a presentar el que por entonces ya era su tercer largo, “Congregation” (1992), que habían lanzado con el sello Sub Pop unos meses antes. Gracias al revuelo generado por el “Nevermind” (1991) de Nirvana y el movimiento grunge, todo lo que aparecía en la discográfica de Seattle lograba una repercusión que hasta poco tiempo antes habría sido impensable para cualquier banda underground. Greg Dulli –cantante, guitarrista y líder del grupo de Cincinnati– sabía que aquella era su oportunidad, y quienes presenciaron su actuación en la sala Revólver contarían después que aquello era un portento de la naturaleza.

Casi treinta años después, como el propio Dulli contaba pocos días atrás en Rockdelux, la banda vive el momento presente sin atisbo alguno de nostalgia. Quedó claro para quienes pudimos presenciar su actuación en el Teatro Barceló de Madrid el pasado sábado. Eluden las canciones contenidas en sus primeros álbumes para concentrarse en la discografía más reciente, con pocas paradas en “Gentlemen” (1993), “Black Love” (1996) y “1965” (1998), la segunda terna de discos previos al parón de dieciséis años que terminó con “Do To The Beast” (2014), álbum que los devolvió a la actividad renovados de energía y vitalidad. Así, los Afghan Whigs de 2022 son una bestia furiosa que sabe más por vieja que por bestia. La voz de granito de Dulli está intacta, atacando las notas más altas sin que parezca haberse resentido por el paso del tiempo, mientras dirige al quinteto con aplomo. Y el grupo suena como un cañón.

Empezaron con el ritmo arrastrado de “Jyja”, seguida de “I’ll Make You See God”, dos de los momentos álgidos de “How Do You Burn?” (2022), el disco que ha propiciado su regreso a la capital. A partir de aquí se fueron sucediendo sin descanso “Matamoros”, “Light As A Feather”, “Oriole” y “Toy Automatic”, todas de sus trabajos más recientes. Cuando llegaron a “Gentlemen” el público rugió de inmediato. Visto el resultado, se quedaron un poquito más en ese tramo temporal para interpretar “What Jail Is Like” y una estupenda “Fountain And Fairfax”, que iniciaron con guiño a la incombustible “Who Do You Love?”, de Bo Diddley.

Gregorio Dulli, fuerza de la naturaleza. Foto: Alfredo Arias
Gregorio Dulli, fuerza de la naturaleza. Foto: Alfredo Arias

No sería esta la única versión. Poco después Dulli amagaba con el inicio de “Angie”, de The Rolling Stones, antes de entregarse a “Heaven On Their Minds”, una de las canciones compuestas por Andrew Lloyd Webber y Tim Rice para “Jesus Christ Superstar” (1970). Más tarde llegaría “Wrapped In My Memory”, canción compuesta por Shawn Smith, compañero de Greg Dulli en su grupo paralelo The Twilight Singers, quien falleció en 2019.

Tampoco faltaron otros títulos indispensables de su discografía anterior –“My Enemy” fue uno de los momentos más celebrados del concierto– ni de la más reciente, como “A Line Of Shots” o “Into The Floor”, cuyo arpegio principal sirvió para enlazar con una emocionante versión del clásico de The Smiths “There Is A Light That Never Goes Out”, con el que, sin bises ni poses de por medio, ponían punto final a una actuación de algo más de hora y media.

The Afghan Whigs superaron los inconvenientes de un sonido que no siempre estuvo a la altura –ni fuera, ni probablemente dentro del escenario– para ofrecer una actuación bien engrasada que los mostró como los profesionales que son. Convertidos en clásicos para toda una generación, se les nota el oficio y, por encima de todo, el gusto por lo que hacen. Siguen siendo uno de los referentes indiscutibles, y en plena forma, del rock estadounidense. Y, visto lo visto, seguirán ahí tanto tiempo como el cuerpo se lo permita.

Antes de ellos, el cantautor británico Ed Harcourt –artista invitado en toda esta gira europea– ofreció un set breve (ocho temas) en el que repasó algunas piezas de su ya amplio repertorio –“Loup Garou”, “Until Tomorrow Then” o “Last Of Your Kind” entre ellas– alternando guitarra eléctrica y teclados. ∎

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