El festival Cala Mijas salió airoso de su primera edición, tras sufrir una especie de contraprogramación repentina en 2022 con la celebración del primer –y único– Andalucía Big Festival una semana después de la cita mijeña. La reválida ha rozado el sold out, con 110.000 asistentes en los tres días que ha durado el festival del recinto Sonora Mijas, en plena Costa del Sol. Emplazamiento en el que para la ocasión se han redistribuido los escenarios a modo de triángulo, si bien las distancias entre unos y otros siguen siendo razonables. En el capítulo movilidad se ha dado prioridad a las lanzaderas, con lo que no se han producido los atascos del año anterior. Los accesos, eso sí, son manifiestamente mejorables visto lo visto el viernes, con el embotellamiento de gente que se produjo en la entrada a la hora de Amyl And The Sniffers, ay. En general el festival sigue siendo bastante disfrutable y placentero, aunque siempre podrán mejorarse aspectos como la zona de restauración, que, en horas punta, estaba muy saturada; el personal trabajaba a destajo para atender las horas del hambre. La comida ha pasado, por cierto, a estar a precios absolutamente prohibitivos.
Este festival podría ser –muchos lo piensan, y me incluyo– lo que en su día pudo ser el FIB en lo que a propuesta estética se refiere, con el rock y la electrónica como leitmotiv principal pero sin el componente alternativo de antaño, claramente sustituido por bandas indie mainstream de largo recorrido como Lori Meyers y por proyectos incipientes que, sin saber si serán flor de un día u otra cosa, de momento lo están petando: La Plazuela y Judeline o Ethel Cain y Kevin Kaarl en el capítulo internacional. No faltan grandes nombres de la música independiente que continúan su carrera de directos y poseen un público bastante fiel o, cuando menos, curioso, como M83 o Metronomy. En el capítulo de headliners –Arcade Fire, Florence + The Machine, Arca, Underworld, Siouxsie– ninguna bala falló a excepción de The Strokes, que, pese a brindar un concierto casi decente, sufrieron un problema de sonido muy serio que los mantuvo inaudibles para buena parte del público. Un fallo técnico de gran calado que no se debería repetir. IG