Ha sido un fin de semana colorido. Supongo que lo habrás notado. Al fin y al cabo, el 28 de junio era el día del Orgullo y el seísmo con forma de arcoíris se ha dejado sentir en todo el mundo con actos oficiales… y con actos extraoficiales como, por ejemplo, el hecho de que Jessie Ware y Romy han decidido dejar car ese single conjunto que hace semanas que scoopean y que tenía a toda la comunidad LGTBIQ+ en palmitas. Porque ya sabemos que Romy es icono queer y, Jessie Ware, permitidme la expresión, ha terminado de abrazar su condición de MADRE de la comunidad, tal y como demostró en una gira que pasó recientemente por Barcelona (en el Sónar 2024) y que ha hecho parada este fin de semana en Glastonbury. En esta última actuación ha sido precisamente donde Romy salió al escenario para presentar ante el mundo la nueva “Lift You Up” que, un día después, se publicaba de forma oficial. Un hitazo de disco-house bien ready para ser coreado en los Orgullos que se seguirán celebrando durante todo el verano en el mundo entero.
Para ir cerrando, ataquemos un pequeño interludio de mal rollo con la noticia reportada por ‘Vanity Fair’ sobre la denuncia que ha recibido Diplo por distribuir “porno de venganza” (o como sea que se traduzca “revenge porn” al castellano). La denunciante ha sido una mujer que permanece en el anonimato y que declara que empezó a hablar con Diplo a través de Snapchat en abril de 2014, cuando ella tenía 21 años y él 37. Durante varios meses, mantuvieron comunicaciones reiteradas en las que ambos enviaron imágenes pornográficas. Tras conocerse en persona en junio de 2016, iniciaron una relación íntima que duró hasta octubre de 2023 en la que el intercambio de material pornográfico fue continuo. La demandante declara, además, que comunicó a Diplo que no quería ser grabada en el acto sexual ni que compartiera imágenes suyas de ningún tipo. En noviembre de 2023, sin embargo, una mujer se puso en contacto con la denunciante para advertirle que poseía una gran variedad de fotos y vídeos de ella que le había enviado el denunciado. Según la querella, además, la demandante sospecha que Diplo ha distribuido material pornográfico a otras personas… ¿Conclusión? Esto tiene mala pinta, sobre todo porque no es la primera ocasión en la que el artista se enfrenta a la misma acusación. Y cuando el río suena…
Pero, como ya dije al principio, son días de frescura y buen rollo, así que mejor cambiamos de tercio con un broche de plata líquida, que es así precisamente como siempre se ha sentido la música de Air. El dúo francés aparca por un momento la gira del 25º aniversario de “Moon Safari” para entregar su primera canción en mucho tiempo. No es, sin embargo, una canción de Air, sino de una nueva artista llamada Remy Bond que está dispuesta a dar el campanazo con esta “Summer Song” que, de hecho, está inspirada en “Las vírgenes suicidas”. El tema está coescrito por Bond y Jean-Benoît Dunckel, e interpretada por este y Nicolas Godin. La producción corre a cargo de Jules Apollinaire, colaborador habitual de Suki Waterhouse. Y, por suerte para todos los que vamos necesitados de aires estivales, la canción hace honor a su nombre.
Ahora sí que cierro, pero de una forma un poco especial. Resulta que, para mí, el domingo es el día de las newsletter. Es decir, es el día en el que me reservo un tiempo de calidad para leer con tranquilidad mis newsletters favoritas. Así que, por si tienes un ratito que quieras llenar con contenido de calidad, aquí viene mi selección de imprescindibles de esta semana: empezando por un poquito de autobombo con mi propia newsletter sobre “Ex maridos” y exnovios y exfamiliares y examigos; siguiendo por la newsletter de Ainhoa Marzol, redactora de esta casa que en esta newsletter cede la batuta a su amigo Marc; pasando a las 5 cosas que Santi Araujo descubre cada semana y que a mí, de hecho, suelen alegrarme la semana; continuando con El Club de la Cabaña, que siempre me deja soñando con imposibles, y echando el cierre con esta reflexión en Fleet Street sobre los sueldos de los periodistas que destapa algo de lo que los periodistas preferimos no hablar. Pero de lo que deberíamos hablar más.