El hombre de los poliedros pop.
El hombre de los poliedros pop.

Entrevista

Pete Astor: profeta del tiempo

Desde Damp Jungle, el efímero grupo de post-punk que formó en 1979, hasta su nuevo álbum en solitario, “Tall Stories & New Religions”, han pasado la friolera de 45 años. En todo este tiempo Pete Astor ha publicado discos en proyectos tan dispares como orientados hacia un mismo punto espacio-tiempo: la canción pop. Hablamos con él y repasamos la historia aún inconclusa de este prolífico autor de culto.

¿Cómo definiría Pete Astor una buena canción?: “Ante una pregunta tan enorme te doy una respuesta sencilla: la que hace que te dejes el alma cantando con otras personas a la vez”. La verdad es que no es necesario buscarle tres pies al gato a esto del pop, significados ocultos, justificaciones ontológicas, motivos existenciales. “Tall Stories & New Religions” (Tapete, 2024) no es nada más que un puñado de canciones para escuchar y tararear. Astor ha querido recuperar temas de sus bandas The Loft, The Weather Prophets, The Wisdom Of Harry y de su primera etapa en solitario hasta “Hal’s Eggs” (Static Caravan, 2004), el disco de folk donde perdió la “r” de Peter para siempre. A diferencia de su gran amigo y viejo compañero en Creation Records, Lawrence Hayward –el hombre de Felt–, Astor no tiene inconveniente en volver a sus viejas canciones con naturalidad, sin divismos. Lo viene haciendo también en redes, al menos desde los largos meses del COVID, guitarra acústica en mano y pantalla encendida para interactuar con los fans. Contesta siempre a todo el mundo y ahora nos atiende desde el mismo fortín hogareño, jovial como de costumbre.

La cordialidad, la concentración y su buena educación lo convierten en el yerno perfecto, eso sí, cerca ya de jubilarse. No como músico –“I’m a lifer”, o sea, condenado a cadena perpetua pero para bien–, sino de la docencia universitaria: “Sí, sí, todavía trabajo en la Universidad de Westminster, lo hago más o menos desde principios de los 2000… Empecé en una escuela de FP y después me pasé al Goldsmith College para sustituir a mi amiga Gina Birch, de The Raincoats, en la asignatura de composición de canciones. Ella venía del punk y pensaba que no lo hacía bien, algo que no era cierto… Mi objetivo ahora es facilitar la práctica creativa musical en todas las áreas: escritura, composición y otros aspectos menos interesantes desde el punto de vista artístico, pero igualmente útiles como organización, planificación, negocios, marketing, etc”. Poco después de la entrevista descubrimos que goza actualmente de un año de permiso en sus postrimerías concedido por esta interesante universidad situada en el noroeste de Londres.

Pete Astor rehace “Model Village”, del single de reunión de The Loft en 2006.

Astor te permite derribar sin mucho esfuerzo el viejo tópico del “nunca conozcas a tus héroes porque siempre te defraudan”: “La idea de distancia, otredad o exclusividad del artista se ha quedado anticuada. Me gusta ser una persona normal y real, es una forma mucho mejor de ser. Antes se tenía la idea de que para hacer un gran trabajo tenías que comportarte de una manera determinada, ser misterioso, difícil, etc. Ahora todo el mundo sabe que eso es una tontería. Solo tienes que ver el acceso que Taylor Swift tiene con sus fans, es extraordinario, hasta los invita a su casa… Esto refleja el cambio que se ha dado en el mundo de la música. Antiguamente, las compañías de discos se interponían entre artistas y fans. En un concierto había, como mucho, diez espectadores que hacían música; ahora la mayoría han hecho sus pinitos. Por otro lado, me siento un privilegiado al tener gente que se interesa por lo que hago. Primal Scream tocan en Glastonbury y yo en el Moth Club, pero al final viene a ser lo mismo. La vida es para vivirla y es menos divertido mantener las distancias. Estar muy separado de la gente a la que le gusta tu música conlleva la idea de que soy mejor que ellos, pero todos tenemos una historia que contar. Además, me gusta mucho la gente y mi trabajo. ¿Qué más se puede pedir?”.

Después de “Songbox” (Second Language, 2011), Astor se encontró en un punto muerto. El disco se iba a titular “Gold Watch”: “En aquel momento no le veía sentido a continuar. Cuando te retiras en Inglaterra la empresa solía regalarte un reloj con tu nombre grabado detrás”. La lectura de “Flow. The Psychology Of Optimal Experience” (1990), del psicólogo Mihaley Csikszenmihalyi, lo hizo cambiar de opinión. El libro trata sobre los llamados “estados de experiencia óptima”, momentos radiantes, cuando el tiempo vuela. No se alcanzan con la mera contemplación, sino desde el ejercicio de una actividad determinada, cotidiana: “Después de comprender que la vida pasaba más rápido que nunca, me quedó claro que escribir, tocar y cantar canciones era el lugar donde podía encontrar el flujo de Csikszentmihalyi, y que simplemente restablecía mi amor por la música. Para mí, el flujo es simplemente la forma en que puedes ‘perderte’ en algo. La idea de estar involucrado hasta el punto de que el ‘yo/mi’ no existe. Esto es, por supuesto, muy liberador. ¡Y es la felicidad!”.

Pero ya sabíamos que Astor era un músico con mucho flow. Fan de Kendrick Lamar o de Bob Dylan, admira su capacidad como letristas, esa musicalidad y fluidez. Los textos de Astor tienen esa misma cualidad ensoñadora: “Me gusta que te hayas fijado en las letras. Me considero antes letrista que músico. La música para mí es una especie de acompañamiento. Leo mucho, le doy mucha importancia al ritmo de las palabras y a su sonido más que al significado concreto. En una canción no has de contar necesariamente una historia. Es una cápsula del tiempo, pero no lineal”.

“Empecé en una escuela de FP y después me pasé al Goldsmith College para sustituir a mi amiga Gina Birch, de The Raincoats, en la asignatura de composición de canciones. Ella venía del punk y pensaba que no lo hacía bien, algo que no era cierto… Mi objetivo ahora es facilitar la práctica creativa musical en todas las áreas”

Precisamente, “Tall Stories & New Religions” revisa doce canciones del largo historial de este músico de Hammersmith. Le preguntamos por qué estas y no otras: “Durante los últimos años he dado muchos conciertos y he observado la reacción de la gente. Al final son canciones que han permanecido vivas a través del tiempo porque entiendo que gustan, o porque contienen algo personal, sin más. Pero hay grabaciones que parecen capturar algo en lo que prefiero no interferir. Una nueva versión de ‘Why Does The Rain’, la que grabé con The Loft, no habría añadido mucho a la original”, afirma, aludiendo a un tema que también aparece en “Mayflower” (Elevation, 1987), el primer álbum de The Weather Prophets. “En cambio ‘She Comes From The Rain’, aunque estoy orgulloso de cómo la grabé en su día, sentí que podría haber algo válido en rehacerla, sin invalidar lo anterior, pero es interesante volver a las cosas. También cuento con un grupo fantástico a quienes dejé libertad en algunos cortes”. La banda a la que se refiere está formada por Ian Button (batería), Andy Lewis (bajo), Neil Scott (guitarra) y Sean Read (teclados).

Siguiendo con el pasado, en las canciones de Astor suele habitar cierta melancolía de tipo optimista. La nota promocional de su undécimo álbum en solitario cita al polémico novelista Martin Amis (1949-2023), de moda reciente por “La zona de interés” (2014) y la oscarizada película de Jonathan Glazer: “Sí, Amis hacía declaraciones problemáticas, como aquello que dijo sobre los musulmanes, que estuvo fuera de lugar. Tiene libros flojos, pero otros como ‘La información’ (1995) son asombrosos”. En “La viuda embarazada” (2010), Amis concebía el pasado como una “presencia enorme e insospechada dentro de tu ser, un continente no descubierto”. Astor abunda en esta misma idea: “Me gusta trabajar en ese enorme país interior. Es necesario aceptar el pasado, pero también saber desprenderse de él para avanzar”. Junto al año sabático, es una de las razones de ser de “Tall Stories & New Religions”. También de que saque tantos y tan interesantes discos, como los The Attendant, su último alter ego. Todos de notable alto, incluso de sobresaliente. Pero seguro que él es más generoso con sus alumnos.

Un melancólico optimista. Foto: Elena Ferreras
Un melancólico optimista. Foto: Elena Ferreras

Aunque ha llovido mucho desde aquella época salvaje, no podíamos perder la oportunidad de preguntarle por The Weather Prophets. De ellos ha escogido tres canciones para “Tall Stories & New Religions”. En los extras del documental “Upside Down. The Creation Records Story” (Danny O’Connor, 2010), se lamentaba de no haber podido grabar con ellos un álbum suficientemente sólido. Quizá se encontraban atrapados entre sus altas expectativas y las limitaciones de un sello independiente: “No vas desencaminado. Vivimos algunas aventuras pero creo que perdimos una oportunidad. Lo importante es reconocer que hay cosas de las que uno se arrepiente. Si no, eres esclavo de una vida donde no se admite haber hecho nada mal y no estarás en condiciones de aprender para hacerlo mejor. Otra cosa es vivir en un mundo de arrepentimiento, pero así no se puede vivir. Así que: equilibrio; yo diría que es lo más importante…”. No parece que sea una herida abierta, de hecho sigue colaborando con el mismo batería, el peculiar Dave Morgan. Y del pasado también hay capítulos divertidos: “Un día vi un tatuaje bastante bueno en el brazo de alguien. Ponía ‘NO REGERTS’”. Troncharse puede ser también una gran terapia.

“Diesel River” (Creation, 1986) fue el mejor disco que publicó con The Weather Prophets. Recopilaba el single más exitoso de la banda, “Almost Prayed”, con todas sus caras B y una rareza titulada “Head Over Heels”. “Tall Stories & New Religions” rescata esta última pieza reconvertida con el piano de Sean Read y otros sugerentes cambios ambient-jazz: “Me alegro de que te guste la nueva versión. Escuchar lo que la gente dice te ayuda a abrir nuevas perspectivas sobre tu trabajo. Es posible que indague un poco más con los sonidos que utilizo en esa canción, como en ‘Grey Garden’, de ‘Time On Earth’, mi álbum anterior”. “Chinese Cadillac”, del single “Hollow Heart” (Creation, 1988), es la tercera canción procedente de aquella fase tan breve e inspirada: “Uno de mis problemas era que no sabía elegir bien las canciones de los álbumes y nuestras mejores composiciones solían acabar en la parte de atrás de los singles. Por eso destaca tanto ‘Diesel River’. Suena cohesionado porque grabamos todos los temas muy seguidos... También tenía una idea muy sólida de lo que quería hacer, algo distinto a todo aquel rollo indie, canalizando cosas de blues y soul, y a la vez quería conservar un sonido muy inglés, cantando con acento más cerrado pero manteniéndolo todo arraigado a mi experiencia personal”.

“Lo importante es reconocer que hay cosas de las que uno se arrepiente. Si no, eres esclavo de una vida donde no se admite haber hecho nada mal y no estarás en condiciones de aprender para hacerlo mejor. Otra cosa es vivir en un mundo de arrepentimiento, pero así no se puede vivir. Así que: equilibrio; yo diría que es lo más importante…”

La letra de la canción “Time On Earth”, del álbum homónimo publicado en 2022 por Tapete, contiene la misteriosa frase “tall stories and new religions”: “Es un título abstracto, no podría decirte qué significa exactamente. ‘Tall stories’ en inglés quiere decir ‘cuento chino’. Suena bien, redondo, como el rótulo de una película de Hollywood… Pero es privilegio del oyente encontrar su significado: yo hago los edificios, no estoy involucrado en la seguridad…”. Pete Astor, siempre agudo y afable, entrega con él una nueva aleación de brillante pasado, presente fecundo y sereno futuro, demostrando por enésima vez que es uno de los autores de canciones, letra y música, con o sin guitarras, más infravalorados del Reino Unido –y ultramar–. Y una gran persona que para despedirse nos anuncia como colofón la publicación en noviembre del año que viene de “Unsent Letters”: “Dieciséis grabaciones caseras, bastante lo-fi, registradas entre 1984 y 2024, todas inéditas… El primo oculto de ‘Tall Stories’ que vivía en el sótano y al fin ve la luz”. Y que, por cierto, es buenísimo. ∎

Cultos antiguos y otros cuentos chinos

THE LOFT
“Up The Hill & Down the Slope”
(Creation, 1985)

Entre la escasa discografía de su primera gran banda destaca este EP seminal para los amantes del indie clásico de guitarras que reúne tres piezas propias y una versión de Richard Hell –la editorial Bloomsbury publicó en 2014 un ensayo de Astor sobre “Blank Generation” (1977), el primer álbum de Hell con The Voidoids–. “Tall Stories & New Religions” (2024) rehace “Model Village”, la cara A de su single de reunión en 2006. Publicarán un nuevo siete pulgadas en enero de 2025 y su primer álbum –con gira– en marzo, aún sin título. A la vejez, viruelas.

THE WEATHER PROPHETS
“Diesel River”
(Rough Trade-Creation, 1986)

Completaron dos álbumes oficiales, “Mayflower” (1987) y “Judges, Juries & Horsemen” (1988), ninguno a la altura de este insólito mini-LP con destino al mercado alemán –Astor domina el idioma–. Se estructura alrededor de “Almost Prayed” (1986) con sus cinco caras B distribuidas originalmente en variados formatos –impensable hoy–. Poco después se sumó completo su primer single, “Naked As The Day You Were Born” (1986). Los otros dos recopilatorios son “Temperance Hotel…” (1989) y “Blue Skies & Free-Rides” (2004).

THE WISDOM OF HARRY
“Torch Division”
(Matador, 2003)

Armado con un Atari 1040, un sampler Akai 1500 y algún emulador de sintes, Astor ideó esta nueva marca como vía de escape a la gastada faceta de cantautor alternativo. The Wisdom Of Harry daba rienda suelta a su lado más experimental, entre el kraut, The Velvet Underground y Aphex Twin, sin desprenderse del formato canción. En su nuevo disco Astor revisa “Marsh Blues” y “Disney Queen” –de “Stars Of Super 8” (1999)–, “Caesar Boots” –de “House Of Binary” (2000)– y “Ladies & Gentleman” –de su final y mejor trabajo con el proyecto, que es este–.

PETE ASTOR
“Songbox”
(Second Language, 2011)

“Songbox” llegó en un momento difícil en la carrera de Astor. “I think about the old days, and where it all went wrong”, canta en “Dead Trumpets”. Los multinstrumentistas David Sheppard –mitad de Ellis Island Sound, también en The Wisdom Of Harry– y Keiron Phelan reavivaron la débil llama para completar este disco susurrado, muy rico en arreglos y exquisitamente presentado. Tenía un CD adicional de “homenaje” con versiones a cargo de otros grupos. “Tiny Town” se encuentra entre los mejores temas de su repertorio.

ELLIS ISLAND SOUND
“The Good Seed”
(Peacefrog, 2007)

Astor confiesa su arrepentimiento por no haber escogido para su nuevo álbum ningún tema de Ellis Island Sound. Con este alias llegó a publicar entre 2002 y 2014 un estupendo recopilatorio de rarezas, un mini-LP y tres álbumes: “Soy muy fan de la música instrumental… Hay nueva música en preparación, pero necesitamos profundizar un poco más para poder terminarlo correctamente”. “The Good Seed” fue su primer disco, el más acertado y variado. Astor está de acuerdo. Incluye gemas como “The Waveney Waltz”.

THE ATTENDANT
“Audit”
(Faux-Lux, 2021)

Una de las aventuras más personales de este músico en permanente estado de apertura: Usar la técnica hablada me libera a la hora de mostrar ideas y sentimientos que no puedo expresar en una canción”. Entre 2020 y 2021 publicó junto a Ian Button, su nueva mano derecha, tres singles de vinilo que fueron recopilados más tarde en este diez pulgadas transparente, hipnótico, oceánico y, por supuesto, totalmente descatalogado. Astor anuncia otro EP, “Unit”, para el 12 de octubre, y un álbum, “Note Verbale”, para 2025. ∎

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