“Keep your eye on the donut and not on the hole”, la familia de
David Lynch (1946-2025) citaba así al propio Lynch para anunciar su muerte, ayer. Imprescindible entre los imprescindibles, se sabía que el artista sufría un enfisema pulmonar y que seguiría fumando, haciendo honor a la legendaria persistencia de los fumadores. También explicó que seguiría trabajando. Así que la muerte lo ha pillado currando, no la inspiración, o quizá sí, porque esta casi siempre estuvo de su parte en el arte de contar historias, con un sello inigualable –eso que Louis-Ferdinand Céline llamaba “estilo”, aplicado a lo literario, pero que puede extrapolarse al celuloide–, iba a decir que inconfundible, pese a la confusión e incomodidad que podían generar sus películas: todavía sigo digiriendo “Carretera perdida”, soñando con “Terciopelo azul”, estupefacta con “Cabeza borradora”. La última entrega
lynchiana que volví a ver fue “Corazón salvaje” (1990), basada en una novela de Barry Gifford, Palma de Oro en el Festival de Cannes de ese año: la narración de uno de esos amores que, grabados a fuego, jamás se olvidan. ¿Qué pasa con aquellos incendios que no se apagan nunca, como el de la ciudad fantasma de Centralia, en los Apalaches? Eso mismo me preguntaba justo ayer al pensar en el fuego angelino, en la ciudad que ha despedido al cineasta, artista visual, músico, actor. ¿Seguirán caminando junto a nosotros? Buen viaje, maestro. Aquí,
nuestro editorial de hoy sobre él. Y aquí,
nuestro Fuera de Juego.
Porque vivir es increíble, ¿verdad? Eso debe de pensar
Edwyn Collins para escribir una canción tan tan tan tan sensacional como “Knowledge”. Se incluirá en su décimo álbum,
“Nation Shall Speak Unto Nation”, el primero en seis años. Grabado en el noreste escocés, en Helmsdale, ha contado con la producción del propio Collins, Sean Read y Jake Hutton, que además toca en el disco; otros colaboradores son el guitarrista de Pretenders, James Walbourne, y el hijo de Edwyn, William. El conocimiento es nuestro amigo, porque la vida es más dura si eres estúpida (John Wayne dixit), y el amigo Collins no podría expresarlo mejor aquí. Toca emocionarse. Igualmente con otra leyenda musical asociada a la resiliencia como es
Lucinda Williams. Hoy viernes se ponen a la venta las entradas para ver a la de Luisiana en junio en nuestro país: en Barcelona (19), Madrid (21), y en el Azkena Rock Festival de Vitoria, que se celebrará del 19 al 21 de ese mes.