Un Martin Gore de reluciente frente, sempiterna sonrisilla y rostro pálido hace claramente de parca, y quizá Dave Gahan de sí mismo. A continuación, reaparece este último cantando en un camposanto donde los rascacielos se han transformado en arquitectónicas calaveras expresionistas. La historia está rodada en robusto blanco y negro con una banda sonora que sorprende, ya que suena menos que nunca a Depeche Mode. El vídeo concluye con un Gahan rejuvenecido exhibiendo tatuajes y gateando entre los alados enterramientos con su clásico chaleco rockero del directo, para reaparecer acto seguido en la azotea junto a su querida némesis y unas fichas de ajedrez cuyo enorme tamaño excede nuestra capacidad hermenéutica. José Manuel Caturla
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Tras previa certificación de mayoría de edad en YouTube, se puede acceder a esta bacanal erótico-festiva de una Monáe dando rienda a sus fantasías concupiscentes. Una orgía de formato cuadrado en la que la cantante se abraza a un imponente trasero, cuando no está ocupada lamiendo un zapato, besándose con otras chicas, posando en toples, involucrada en juegos que estremecen la entrepierna, enredada en símbolos de conjetura sexual nada velados o chorreando libido. Tanto el formato de encuadre elegido como ese look simulado de Super-8 evocan cierta imaginaria erótica añeja. Un tórrido visionado cuya temperatura corporal supera con creces a los de “Make Me Feel” y “PYNK”. Marc Muñoz
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Se divide en dos partes. La primera arranca con una panorámica de una calle neoyorquina que picotea en el imaginario del cine de gánsteres. Un elegante Bad Bunny irrumpe en un restaurante italoamericano mientras los comensales se alteran con su presencia. Incluyendo al mismísimo Al Pacino, que come en una mesa adyacente. En la segunda parte, Don Benito se sumerge en la estética endiosada y ostentosa tan propia del imaginario visual del rap. Tras el baño de humildad por el desfiladero del lujo y el exceso de Nueva York a Mónaco, llega un intervalo postítulos de crédito donde aflora el talento de Stillz mediante una galería de la ciudad europea que captura los tiempos muertos. Lujo que precede al momento más divertido: el encuentro dialogado entre Pacino y la estrella de Puerto Rico. Marc Muñoz
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Una versión de la película “Tres” (Juanjo Jiménez, 2021) pasada por el filtro de Carlota Pereda. Una mujer que trabaja con intensidad en el estudio de sonido para crear los efectos de una película de terror en la que de pronto se ve involucrada mediante una pantalla vaporosa. La directora belga Aline Magrez crea una ficción gore repleta de tensión para acompañar el techno orgánico de su compatriota Macgray, todavía un desconocido estudioso de jazz con un muy buen hacer en un puñado de singles, incluido este “Backbone” que también forma parte de su primer largo. En la pesadilla, con sangre y vísceras lustrosas, directora y músico se reparten las tareas para dejar absortos a quienes contemplen su obra. Carlos Marlasca
El clip está extraído de una película compuesta por distintos fragmentos, ideada con motivo del lanzamiento de su último LP. “CIRCUS MAXIMUS” (2023) es el título del desmedido trabajo audiovisual –hora y quince minutos sin demasiada continuidad temática– rodado en diecisiete puntos del globo y que ha implicado la colaboración de distintas productoras y el ejercicio de numeroso equipo artístico y técnico. Entre esas paradas, las ciudades de Tarragona y Barcelona, bajo la logística de la productora barcelonesa CANADA. Ya en la segunda parte, rodada en la Tarraco Arena Plaça de Tarragona, la cámara se infiltra en la elaboración de un castell. La estrella de Houston no duda en formar parte de este hercúleo levantamiento. El vídeo concluye con una enxaneta saltando hacia arriba y saliendo de la madriguera con que arranca el clip. Marc Muñoz
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Sega Bodega, Fontaines D.C. o The Murder Capital son algunos de los artistas que han confiado en Hugh Mulhern para la realización de sus clips. El músico londinense Hak Baker da en la diana al encargarle el vídeo de “Telephone 4 Eyes”, furioso tema untado en curare punk que apunta al corazón de plagas contemporáneas como las redes sociales y los teléfonos móviles. El director apela al body-horror, tira de stop-motion, claymation y demás recursos visuales antes de rematar todo con un montaje de milimétrica ferocidad que ilustra de forma brillante el espíritu de la canción. César Luquero
Funciona como homenaje no velado a las cintas de terror. Christina Ricci se mete en la piel de una sufrida madre que en su recientemente adquirida nueva morada se encuentra rodeada por todo tipo de maldiciones, amenazas y criaturas demoníacas de estética bling bling. La principal de estas amenazas es la que encarna Doja Cat con apoyo de maquillaje y vestuario. Bebiendo de fuentes reconocibles del subgénero de casas encantadas, posesiones demoníacas, fenómenos paranormales y otros afluentes, el videoclip presenta un surtido de referencias para el disfrute del aficionado al género. Un compendio de easter eggs con el que se reta a jugar a todo aquel que lo vea y tenga cierta cultura cinéfila. Marc Muñoz
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El dúo rapero angelino firma el relato que guía este frenético trayecto de una bala disparada por un redneck hacia un hijo díscolo convertido en presa negra por, supuestamente, renegar de la tradición familiar. Este emprende su desesperada huida mientras una bala, seguida en POV, lo acompaña en su carrera. No es arbitrario su paso por institutos, iglesias y centros de entretenimiento, evocando alguno de los episodios más fatídicos y dolorosos de la historia reciente de los tiroteos masivos. Ese final desconcertante evidencia la normalización de la violencia atroz que sacude el territorio americano. Una pieza cuyo ritmo disparatado y angustia latente no sepulta la contundente y lúcida denuncia alojada en su interior. Marc Muñoz
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A veces un videoclip persigue cumplir un solo propósito, como puede ser el de introducir un ánimo o un desánimo concreto. Ocurre con esta hipnótica pieza no narrativa. Pese a su simplicidad y a esa corporeidad digital y gamer, su recorrido no apto para tiktokers deja un recargo emocional notorio. Un poso de amargura y desaliento reforzado por el equivalente instrumental que imprimen los islandeses. Trayecto atmosférico que puede verse como una alegoría sobre el ecocidio y los tremendos estragos y desajustes del cambio climático sobre la Tierra. Marc Muñoz
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“MADLY” se nos presenta como un corto titulado “The Poem” y ambientado en un colegio inglés en el que un abstraído alumno, Liam, es llamado por el profesor a pizarra para recitar un poema sobre su momento inolvidable del verano. No podía faltar en esta narración que ese verano inolvidable se apuntale con el primer amor, trenzando así una analogía entre la intensidad de ambas primeras veces: el beat a flor de piel y el latido trastocado por el sentimiento amoroso. El espíritu del Segundo Verano del Amor sigue latiendo entre las pulsaciones fílmicas y sonoras de The Blaze. Marc Muñoz
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La introducción de un elemento fantástico en un escenario de aspecto realista puede solidificar el recuerdo de un visionado. Ocurre en esta pieza. Un trabajo llamativo e imaginativo que cubre dos temas: “HEADSPACE” y “BENT”. El trabajo del realizador queda propulsado por la artesanía empeñada en la creación de este monstruo animatronic que escuda al rapero en su periplo accidentado y capturado con ese look cinematográfico indie que proporciona el formato 16mm. Un disparate narrativo cohesionado gracias al artesano trabajo de Alec Gillis. Marc Muñoz
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“the film” es mucho más que el anexo de tres videoclips cualesquiera. Los acompañamientos visuales de “$20”, “Emily I’m Sorry” y “True Blue” fueron concebidos como tríptico, y su realizadora, la actriz Kristen Stewart, acudió a unos cuantos recursos para reforzar el parentesco: pantallas divididas, texturas rotantes (de gran tino para una banda que es reconfortante en su forma pero subversiva en sus misivas de camaradería queer) y, por supuesto, aquel pacto de sangre roja que culmina en una casa sanada y recubierta de azul. Bartolomé Armentano
Lana ya se había vestido de Marilyn Monroe cantándole a JFK en “National Anthem”. En “Candy Necklace” vuelve al icono y a otras actrices del viejo Hollywood en busca de dualidades más allá del Madonna-Whore complex. Once minutos que oscilan entre glamurosas escenas de época y un registro del detrás de escena que cuestiona la ilusión de la cámara. “Todas esas mujeres que se cambiaron el nombre y el color de pelo, como yo, cayeron en nidos de serpientes”, dice Lana. “El asunto es: ¿cómo una aprende de eso y no cae en lo mismo?”. Gabriel Orqueda
Rodada en blanco y negro con película Kodak en las calles de Londres y en The Mildmay Club, la pieza manifiesta pronto su carácter irreal con ese ventanal en el que un gran ojo observa a Yorke, sentado en lo que parece un pub desabrigado. A partir de ahí, la acción se desplaza al exterior en varias secuencias que describen el trajín humano en las calles de la capital inglesa. Detrás del sobrio y elegante andamiaje y deshojando el enigmático significado que late en las imágenes, estas desprenden un acuciante sentimiento de soledad y alienación kafkiana. Una distopía urbana edificada desde el subconsciente, cargada de simbolismos. Marc Muñoz
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A veces una cámara fija, bajo el mínimo despliegue técnico y reducido monto presupuestario, registrando una escena sin apenas elementos en cuadro, puede auspiciar un videoclip de estela icónica. No intentéis probarlo en vuestros hogares porque no va a funcionar. A menos, claro, que tengáis a mano el teléfono de Cate Blanchett. La actriz es el motor de “The Girl Is Crying In Her Latte”. Los propios hermanos Ron y Russell Mael han dirigido la pieza con la ayuda de Richie Starzec.
La intrahistoria tiene su punto de partida en la gala de los Premios César del año pasado, cuando los músicos conocieron a la intérprete australiana. Poco podían imaginar entonces que un año más tarde la tendrían alistada a su causa para dar rienda suelta a uno de los bailes más jocosos y memorables que se recuerdan en mucho tiempo.
Situada en medio de un plano simétrico, totalmente estático, Cate Blanchett inicia sus peculiares contoneos corporales al ritmo de la música del dúo. Estos, a su vez, la acompañan a cada lado. Russell a su derecha dándole algo de cobertura con su playback y las circunvalaciones por esa zona del escenario. Por su parte, Ron se mantiene hierático a su izquierda, tomando un café sin variar ese rictus de villano de “Indiana Jones”. Ni un añadido, todo transcurre en ese ciclorama blanco de los estudios Hype de Los Ángeles, con un mobiliario de lo más anodino.
Pero, como se puede comprobar, ¿para qué desviar la atención de lo verdaderamente expresivo y divertido, que no es más que ese bailoteo con el que Blanchett se acerca a David Byrne, Mick Jagger y Carlton Banks, y con el que sintoniza plenamente con el personal universo que destila el dúo angelino? Una colaboración con una estrella hollywoodiense que se produce poco después de la intervención crucial de los hermanos Mael en el filme “Annette” (Leos Carax, 2021), el documental que les dedicó Edgar Wright, “The Spark Brothers” (2021), y a la espera de poder ver pronto el musical “X Crucior”, su debut como guionistas. Marc Muñoz
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2001 R.E.M. Imitation Of Life (Garth Jennings) / 2002 The White Stripes Fell In Love With A Girl (Michel Gondry) / 2003 Phoenix Funky Squaredance (Roman Coppola) / 2004 Franz Ferdinand Take Me Out (Jonas Odell) / 2005 The White Stripes Blue Orchid (Floria Sigismondi) / 2006 Gnarls Barkley Crazy / Smiley Faces (Robert Hales) / 2007 Animal Collective Peacebone (Timothy Saccenti) / 2008 Justice Stress (Romain Gavras) / 2009 Fever Ray When I Grow Up (Martin de Thurah) / 2010 LCD Soundsystem Drunk Girls (Spike Jonze & James Murphy) / 2011 PJ Harvey Let England Shake Video Project (Seamus Murphy) / 2012 M.I.A. Bad Girls (Romain Gavras) / 2013 Phoenix Trying To Be Cool / Drakkar Noir (CANADA) / 2014 Paolo Nutini Iron Sky (Daniel Wolfe) / 2015 Kendrick Lamar Alright (Colin Tilley & The Little Homies) / 2016 David Bowie Lazarus (Johan Renck) / 2017 Leningrad Tattoo Artist (Ilya Naishuller) / 2018 Childish Gambino This Is America (Hiro Murai) / 2019 The National I Am Easy To Find (Mike Mills) / 2020 Arca Nonbinary (Frederik Heyman) / 2021 GENER8ION & 070 Shake Neo Surf (Romain Gavras) / 2022 Stromae Fils de joie (Henry Scholfield) ∎