2023/ Conciertos internacionales

Cabalgando un rumor motóriko, encomendándose al trance kraut y al delirio electrónico, el quinteto británico ha demostrado con esta gira –pasó por Canela Party (24/8), Barcelona (21/9), Valencia (22/9) y Madrid (23/9)– que no les limita ni su propia discografía. Sobre ella, haciendo del escenario un laboratorio, emprenden un alucinado viaje cósmico, psicodélico, abstracto. Y consiguen reinventar con frescura y espontaneidad su más reciente trabajo, sacando capa tras capa de lustre digital al sonido de una banda que, en directo y en estudio, funciona de forma analógica. (Foto: Meritxell Rosell). Diego Rubio

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En su nueva visita a España –Cruïlla (6/7), Pirineos Sur (8/7), Noches del Botánico (13/7), Tío Pepe (15/7), Starlite (17/7), La Mar de Músicas (18/7), Cook Music (22/7) y Coruña Sounds (28/8)–, el gran storyteller latino, el poeta callejero del barrio panameño de San Felipe, estuvo –a sus 75 años– tan convincente y emocionante como siempre. Arropado en su gira “Salswing!” por una macrobanda de veinte músicos comandada por el eficiente Roberto Delgado, repasó su inmensa e intachable trayectoria, evocó a Frank Sinatra y a Héctor Lavoe y se despidió con “Pedro Navaja”, “Siembra” y “Patria”, dando toda una lección de vida. Maestra vida. (Foto: Óscar García). Luis Lles

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La adjudicación de un espacio a horas intempestivas no atemperó el flow suntuoso de Little Simz ni la respuesta entusiasta del público el 17 de junio en una de las cimas del Sónar. La inglesa dividió su set en dos. En la primera parte, sola en la lona y cantando sobre pregrabados, se bastó para noquear con su poderío rítmico y vocal. En la segunda, junto a dos músicos, ensanchó el rango cromático de su repertorio con ese savoir faire exquisito que la distingue. Ni rastro de la Simz introvertida, vaya. (Foto: Òscar Giralt). Marc Muñoz

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Canciones que son como intimar sobre un manto de papel de lija. Pletórico como grupo de rock clásico del momento, visitaron Barcelona (26/4), Valencia (27/4) y Madrid (28/4). Ni siquiera le hizo falta tirar del gancho del repertorio reciente, salvo el single “Vampire Empire”-“Born For Loving You”, llevado al directo en su gira junto a algunas canciones en solitario de Adrianne Lenker. Geniales en el estudio, espeluznantes en el escenario. La poética ambigüedad de las letras de Lenker cobra otra dimensión con la rotundidad sonora de unos músicos virtuosos. (Foto: Sergi Paramès). Cesc Guimerà

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Es posible que más de uno se hiciera algunas preguntas con el concierto de Aphex Twin en Sónar el 16 de junio. ¿Estaba él ahí en realidad? ¿Todo lo que sonó era música suya? ¿Lo lleva todo pregrabado? Pero más allá de las posibles respuestas (sí-no-no) se alza una certeza: su show fue un correctivo inapelable, una avalancha de ritmos, infinitas capas de sonido y texturas abrasivas que arrasó con todo y con todos (unas 20.000 almas). Nadie te deja el cerebro frito como lo hace él. Uno de los acontecimientos del año, pues. (Foto: Òscar Giralt). Carles Novellas

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Se notó que venían contentos con “This Stupid World” (2023), pues se metieron en faena –bolos en Barcelona (29/4), Murcia (30/4), Madrid (2/5) y Bilbao (3/5)– alternando la mayoría de sus temas con algunas de sus serenas piezas clásicas, consiguiendo un ambiente de ensoñación colectiva con el público en silencio. Tras un descanso, la emprendieron con brío eléctrico picoteando en su amplia discografía sin favoritas garantizadas, saltándose cualquier setlist prestablecido. Versiones sorpresa, coros colectivos, alguna petición y, una vez más, caras de gozo al encenderse las luces. (Foto: Óscar García). Pepe Nave

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La pirotecnia y el espectáculo que acompañaron a Kendrick Lamar en Primavera Sound (Barcelona, 2 de junio; Madrid, 9 de junio) no podían ocultar una realidad mayor: él se basta y se sobra para llenar un escenario por el que apenas pasaron unos cuantos coristas, casi de atrezo, y Baby Keem como invitado. Sacó lo mejor de “Mr. Morale & The Big Steppers” (2022) y del resto de su discografía: “King Kunta” o “HUMBLE.”, por ejemplo. Fue la demostración del flow, la pegada y la imponente presencia de un rapero en permanente estado de gracia. (Foto: Alfredo Arias). Carlos Marlasca

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En el Primavera Sound (Barcelona, 3 de junio; Madrid, 10 de junio), junto a una banda rica en vientos, brindó un bolo “conceptual”. ¿Vanguardismo elitista, caduco y soporífero? Para nada: una odisea vibrante repleta de giros, elasticidad sónica, jugueteo electrónico y humor. Los pasajes minimalistas de “O Superman”, la oscuridad de “Gravity’s Angel”, la locura vocal-rítmica de “Walk The Dog”, la densa fragilidad de “The Lake” e incluso un guiño funk a James Brown conformaron un todo muy especial que apeló por igual a cerebros y a vísceras. (Foto: Jordi Vidal). Xavier Gaillard

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Fui de los que en 1997 sufrió en el FIB cuando (no) tocó Blur. Se repite el aguacero en el primer Primavera Sound madrileño veintiséis años después, pero esta vez apareció La Riviera (8 de junio) al rescate para que estuvieran ahí, divirtiéndose y divirtiendo con himnos generacionales que sobreviven lúcidos y robustos. Todo perfecto; la cosa es que ahora hemos visto a Gorillaz y a The Good, The Bad & The Queen y el regusto final no puede ser otro que el de un Albarn encantadora y hooliganescamente reanimado. También tocaron en el Primavera Sound Barcelona el 2 de junio. (Foto: Sharon López). Javier Corral “Jerry”

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A veces la escena de magia y autoridad llega de donde tal vez no lo esperabas: de una artista que no es ni la figura del momento ni el clásico secular, y que te envuelve con su discreto y desarrollado arte como cancionista, su ángel interpretativo y una imaginativa puesta en escena. Así fue en el regreso de Feist tras quince años de ausencia, manejando el repertorio de “Multitudes” (2023), álbum de singer-songwriter consumada, de voz serpenteante (desnuda, procesada, multiplicada en capas), guitarra acústica sin púa y eco electrónico. Un formato como este se ha visto muy poco en un club, actuando primero sola en una tarima en el centro de la pista a modo de ocurrente storyteller, y juntándose luego con su cuarteto en el escenario. Logística complementada por las imágenes del público y del lugar –recogidas por ella móvil en mano y luego por un espontáneo– que se proyectaban en la pantalla de la sala Razzmatazz de Barcelona el 19 de septiembre. Efecto envolvente, cercano e ilusionista para arropar y engrandecer las cavilaciones flotantes de piezas remarcables como “The Redwing” y las tesituras con más cuerpo –más pop– de rescates como “1234”. Todo ello definió un abracadabrante retrato de las multitudes que abraza Leslie Feist. (Foto: Marina Tomàs). Jordi Bianciotto

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