2025/ Conciertos internacionales

Tres conciertos en nuestro territorio –en el Primavera Sound (7 de junio), en el Universal Music Festival de Madrid (8 de junio) y en La Mar de Músicas de Cartagena (18 de julio)– permitieron comprobar que el hechizo escénico de Salif Keita no se extingue. A solas con la guitarra o en abierto diálogo musical con el trío acústico que lo acompaña –n’goni, guitarra y percusión: todos son doctores en intensidad y manejo del tempo–, el maestro maliense tendió la mano para guiarnos desde el trance suave hasta el puro jaleo, recordándonos que África y su música siguen estando en nuestros sueños, bailes y vibraciones. Orfebrería melódica, hábil surfeo sobre oleadas de magma rítmico, infusiones de libertad jazzística perfectamente controladas y esa voz omnipotente comandando la hipnosis. (Foto: Sergi Paramès). César Luquero

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Han caído bien y se han sentido a gusto: los jóvenes de Yorkshire tocaron en Gijón Sound, 5 de abril; Deleste Valencia, 17 de mayo; Vida Vilanova y la Geltrú, 4 de julio, y Mad Cool Madrid, 10 de julio. Volvieron en septiembre (BogaBoga San Sebastián, 12; Noites do Porto A Coruña, 24; Cranc Maó, 26; Lemon Rock Granada, 27), y ya anuncian un regreso en abril de 2026, cuando se publique su segundo LP. DEADLETTER muestran un desparpajo muy bien controlado en directo. Van en la estela de Yard Act, exhibiendo esa mezcla de post-punk-rock-dance que tiene tanto de diversión como de amenaza de la angustia existencial. Euforia controlada, miradas que inquieren. El cantante se puede bajar entre el público, pero no para ser alzado, sino para sentarse en el suelo y observar a sus compañeros, antes de saltar en un baile comunitario. Actitud autoconsciente y canciones tan rotundas como matizadas son sus cartas vitales. (Foto: JM Grimaldi). Ricardo Aldarondo

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Nunca es plato del mejor gusto tener que actuar cuando el sol aún está cayendo y deslumbrándote, dándote en plena cara. En cualquier caso, no deja de ser un mal muy menor dentro de un cartel como el del Primavera Sound (6 de junio). La contrapartida en positivo es que no hay costuras que disimular: todo es fibra, ni un gramo de grasa. No hay pirotecnia: lo que ves es lo que hay. Y la distancia corta ayudó también a que la versión más roots de Waxahatchee aflorase con plena naturalidad, afilando su combinación de vigor y vulnerabilidad en compañía de una banda tan eficiente y poco propensa al lucimiento personal, con la guinda en forma de colaboración de MJ Lenderman en su tramo final. Más country-americana que indie rock, desde luego, pero igual de convincente. (Foto: Marina Tomàs). Carlos Pérez de Ziriza

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Charli XCX estiró tanto el fenómeno brat que se podría hablar de los últimos conciertos de “SWEAT” –su gira conjunta con Troye Sivan en calidad de escudero estelar, que tuvo su única fecha europea en el marco del Primavera Sound Barcelona (5 de junio)– como de la escenificación de un roll-in, es decir, el recogimiento, en vivo y en directo, del proyecto. O, si se prefiere, la implosión de este, representada por el desgaste de ese icónico telón verde lima –rayado, sucio, hecho trizas– que justo un año antes habíamos visto impoluto en el mismo recinto. Vaya, que fue tanto la coronación como el ineludible funeral del álbum que ha marcado el pulso reciente de un pop moderno de verdad. Fin de fiesta, pero celebración, en cualquier caso. (Foto: Henry Redcliffe). Anton Casas

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Patti Smith salió al Teatro Real de Madrid (8 de octubre) para celebrar los 50 años de “Horses” (1975), álbum seminal del protopunk. Con su larga melena gris, cantó el primer verso de “Gloria” y la ovación duró casi un minuto. Comenzaba el concierto más especial de la poeta en España en los últimos años. El público de los palcos bailó de pie himnos como “Redondo Beach”, “Free Money” y “Elegie”. Dio palmas con la versión de “Marquee Moon” y con temas de otros discos como “Dancing Barefoot”, “Because The Night” y “People Have The Power”. Noche de nostalgia y grandes éxitos en la que, como en Girona (Auditori, donde tocó los días 18 y 19 de septiembre, aunque sin Lenny Kaye), hasta apareció Gay Mercader, el promotor que la trajo por primera vez aquí en 1976. También actuó, en formato reducido, en A Coruña en un acto de la marca Zara (9 de octubre). (Foto: Alfredo Arias). Israel Viana

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Al trío norirlandés le resbalan las imputaciones por exaltación del terrorismo, la censura y los visados suspendidos (que los obligaron a cancelar sus giras de finales de año por los Estados Unidos y Canadá). Su paso por la sala Apolo (8 de junio) para dar cierre al Primavera Sound de Barcelona fue una nueva muestra de ello (repitieron el 11 de julio en Bilbao BBK Live). Activismo sincero en tiempos de radicalismo de pose, y una puesta en escena acorde. Atronadora, narcótica, pero también traviesa y festiva. Porque Mo Chara, Móglaí Bap y DJ Próvaí hacen vibrar al público con los pesados beats y los ritmos frenéticos de “Guilty Conscience”, “THE RECAP” o “H.O.O.D”. La energía del caos para un directo fuerte como su mensaje y orgulloso como ellos de sus orígenes, cultura, identidad y lengua. (Foto: Òscar Giralt) Cesc Guimerà

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Se vivió una especie de catarsis, de hechizo entre folk sombrío y atmósfera de cámara. Actuó con una banda de siete músicos, incluyendo cuerdas, metales y percusión ligera, generando texturas cálidas, casi acústicas. Siempre esa sensación de diálogo permanente con su voz y una narrativa de iluminación austera que alcanzó momentos culminantes con Portishead: “Roads”, “Glory Box”. Gibbons firmó una de las giras más magnéticas del 2025. Toda una lección de presencia y oficio, que encontró en Les Nits de Barcelona (14 de julio) en Pedralbes y las Noches del Botánico de Madrid (15 de julio) su lugar de acogida tras su paso el año pasado por el Primavera Sound. (Foto: Mariano Regidor / Getty Images). Ana Dara Peña Giraldo

Se abrieron los cielos y bajó Oklou, embarazadísima ella, bañada en luz. La francesa escogió la sala Apolo de Barcelona (11 de marzo) para hacer parada en nuestro país con su por entonces recién estrenado “choke enough”, y logró ese extraño embrujo de las grandes noches: desconocida para el gran público, pero un absoluto referente contemporáneo para los que piensan el pop más allá del pop, su concierto fue más bien una reunión de amigas, una celebración de la alternativa, pero sobre todo un despliegue excelso de las cualidades de Oklou como músico, como compositora de melodías, como evocadora de paisajes, como perfiladora tímida de himnos atemporales o como invocadora de espíritus. El futuro está sin duda en su bola de cristal. (Foto: Marina Tomàs). Diego Rubio

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En una edición de Primavera Sound sometida al imperio de las pop divas, ninguna de ellas brilló a la colosal altura de FKA twigs (5 de junio). Capaz de concitar en su música a Cabaret Voltaire con el R&B más estandarizado, y la audacia rítmica con el pasmo silencioso, salió a un escenario en forma de mecano acompañada por un apabullante cuerpo de baile a medio camino entre la estética ballroom y la corte del Jerjes de “300”. Desde el arranque con el lacerante “Perfect Stranger”, demostró de nuevo que el pop actual es el mayor campo de experimentación musical, y derrochó una versatilidad que fue de la Madonna más naíf (“Girl Feels Good”) a la palpitación lisérgica de “Eusexua”, sin olvidar la estremecedora balada “cellophane”, con la que echó el cierre. (Foto: Óscar García). Luis Lles

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Estos Pulp superan a los de los noventa. Era comentario generalizado entre los aficionados veteranos que pudieron verlos también en su época de gloria, no solo en Bilbao BBK Live (10 de julio). Y es así. Jarvis Cocker comandando una banda que ennoblece su legado, mientras él no para de gesticular y menearse, rebosante de voz, estilo, teatralidad y narrativa. Comienzan reivindicando su estimulante y heterogéneo nuevo álbum con “Spike Island”, “Grown Ups” y “Slow Jam”, para después rememorar algunos de sus picos: monumental “This Is Hardcore”, arrolladora “Babies”, emotiva “Do You Remember The First Time?”, y redondear con “Common People” en un absoluto delirio general. A Jarvis solo le faltó repartir bombones. Ah, ¡que también lo hizo! (Foto: David Mars). Javier Corral “Jerry”

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Si existiera una póliza que cubriera los conciertos insatisfactorios, LCD Soundsystem comprometerían este modelo de negocio. Son demasiados bolos en los que James Murphy y compañía llevan esbozando sonrisas tras su paso, sin signos de desgaste ni en la intensidad que despliegan, ni en la solidez de su repertorio, ni en el efecto que este deja sobre los extasiados asistentes. Lo volvimos a comprobar en Primavera Sound (7 de junio). Recintos grandes, medios o salas, no hay escenario que aminore su pegadiza rítmica de regusto melancólico. “I Can Change”, “All My Friends” o “Dance Yrself Clean” son himnos sin fecha de caducidad, especialmente si se celebran en comunión ante miles de devotos. Salimos exhaustos del Fòrum, pero más amigos que nunca. (Foto: Marina Tomàs). Marc Muñoz

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Con solo un disco y un cuarto de siglo desde su alumbramiento, Zaho de Sagazan engordó y dio lustre a la larga lista de artistas franceses que han sentado cátedra en el Primavera Sound, como Air, M83, Phoenix o Christine And The Queens. Mejor representante actual del synthpop galo –con un sonido heredero de Charlotte Gainsbourg– y legataria de la mejor tradición lírica del país vecino, la compositora marcó un hito en el festival barcelonés (6 de junio) con un deslumbrante despliegue impropio de su edad. Mostró descaró en “Tristesse” y una melancólica contención en los momentos más íntimos encabezados por “La symphonie des éclairs”. La versión del “Modern Love” de David Bowie con la que cerró el recital avala su repercusión. (Foto: Marina Tomàs). Carlos Marlasca

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Después de su paso, gratuito, por el Festival de Poesía de Barcelona el 6 de mayo (Paral·lel 62), Laurie Anderson volvió a triunfar en la Ciudad Condal, esta vez en el Festival de Jazz con otra fecha única en nuestro país (L’Auditori, 10 de noviembre). La performer, acompañada por Sex Mob, una cotizada banda de tintes jazzísticos, presentó el espectáculo “Let X=X”, donde cita a buena parte de la contracultura estadounidense del siglo XX como antídoto al autoritarismo rampante: de Gertrude Stein a Arthur Russell, pasando por Burroughs, Cage, Ginsberg, Cornel West o Dylan. Versionó “Dirty Boulevard” de Lou Reed y ofreció una risible clase de taichí, muy posiblemente desconociendo que Reed finalizó su concierto de 2003 sobre esas mismas tablas también con una exhibición de ese arte marcial. (Foto: Óscar García). Half Nelson

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La gira europea del “Grand National Tour” de Kendrick Lamar y SZA tuvo una única fecha española en Barcelona (Estadi Olímpic, 30 de julio). Un show de escenario mastodóntico, dividido en nueve actos, con la apertura a cargo del firmante de “DAMN.” (2017) y descorchado con una versión corta de “wacced out murals”, el tema de apertura de “GNX” (2024), el sexto largo del rapero de Compton. Solána Imani Rowe, aka SZA, por su parte, inauguró el segundo acto –a medias con Lamar– con “30 For 30”, el tema compartido por ambos e incluido en “Lana” (2024), algo así como la versión deluxe de “SOS” (2022). Los dos artistas se fueron turnando durante el largo espectáculo (casi tres horas) con un Lamar arrollador demostrando sin aspavientos su papel de rey en la escena del rap contemporáneo. “King Kunta”, “HUMBLE.” o “m.A.A.d city” –con reverencia vía sample a la gran Anita Baker– convivieron en armonía con el R&B de la de Misuri (momentos álgidos con “Kill Bill” y “Nobody Gets Me”, ambos de “SOS”; cayeron en el acto VII). Juegan en ligas contrarias –la contundente denuncia KL, la seda intimista SZA–, pero verlos juntos fue un verdadero privilegio. (Foto: @estadiolimpic). Juan Cervera

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Fue todo un acontecimiento el regreso de ANOHNI And The Johnsons al festival Primavera Sound (7 de junio, Barcelona), después de sus sonadas actuaciones de 2005 y 2015. Esta vez actuó en medio de su gira “Mourning The Great Barrier Reef”, combinando el formato concierto con imágenes de un documental de denuncia de la desaparición paulatina de la Gran Barrera de Coral en Australia con trascendentes comentarios de científicos especializados en pantalla grande, en las paradas entre canciones. Las imágenes del bello entorno oceánico estaban de fondo mientras cantaba la diva, dándole al escenario unos reflejos que añadían un punto de magia al conjunto.

Acompañada por una nutrida banda de formato rock más cuerdas, metales y piano, ofreció un breve repaso por las distintas etapas de su repertorio. Combinando el poderío y la majestuosidad que requería un escenario al aire libre con crescendos como el de “4 Degrees”, sutilezas como “Everglades” o el clásico “Sometimes I Feel Like A Motherless Child”. Sigue impresionando el fascinante dominio de su voz, logrando un silencio en el público pocas veces visto fuera del Auditori del recinto. Allí dentro sonó hace veinte años “You Are My Sister”, que aún hoy conserva la emoción. La actual “It Must Change” o la sutil electrónica de “Drone Bomb Me”, el cierre, muestran la capacidad de la artista para moldear cualquier pieza de su repertorio a su antojo cada noche, siempre con el sostén de una prodigiosa garganta y la elegancia de los músicos. La finesse. (Foto: Sergio Albert). Pepe Nave

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