https://assets.primaverasound.com/psweb/h9cxye9at7s7to8f5ng2_1766056845421.jpg

TOP 2025

2025/ Canciones internacionales

Baila o muere

Medio centenar: 50 canciones internacionales de 2025 que han destacado en los diales del año. Pop de múltiples aristas, rock de ángulos diversos, ritmo y melodía en las propuestas de, entre otros y otras, Squid, Bad Bunny, Horsegirl, Destroyer, Geese, Alex G, Addison Rae, Wet Leg, Jeff Tweedy, Blood Orange, Baxter Dury, Robyn y Stereolab. La radio infinita.

¿Qué sentido tienen las canciones en un año tan infausto como el que hemos vivido a nivel internacional, marcado por el genocidio en Gaza o la confirmación del giro global hacia la ultraderecha? Un Theodor Adorno contemporáneo podría afirmar que seguir componiéndolas y publicándolas es un acto de barbarie, pero bien se le podría refutar que en ellas está, si no la salvación, al menos el consuelo, una vía de escape ante el horror.

Habrá a quien la elección de “Baile INoLViDABLE” de Bad Bunny como mejor canción del año le pueda resultar ¿frívola?, pero nadie puede negar que el puertorriqueño es uno de los artistas más relevantes de nuestro tiempo, además de muy significativo como contrapeso e icono de resistencia a toda esta situación política de la que hablábamos. Por primera vez en la historia de Rockdelux, un tema en español (¡y de salsa!) se impone en este apartado, reivindicando la tradición y la identidad, y todo aquello que nos une: el amor y el baile. Hasta las letras del título danzan en esta canción, que no es la única en nuestro idioma que ha entrado en lista: también están ahí CA7RIEL & Paco Amoroso, Six Sex con Dillom y Arca (aunque esta lo alterne con el inglés en “Puta”).

“The category is: dance or die”, suelta Lady Gaga al principio de “Abracadabra” para sacar de su chistera otra oda al movimiento de esqueleto en formas de dance-pop siguiendo su propia escuela clásica. Un movimiento al que también se consagran, desde los puestos altos de la lista, jóvenes estrellas como PinkPantheress –quien aparece por partida doble, en solitario y junto a Danny L Harle– y veteranos como Saint Etienne o Baxter Dury. Celebramos también la pulsión vanguardista y queer de Model/Actriz y el krautpop juguetón de Stereolab, cuyo single de regreso, “Aerial Troubles”, ha sido merecedor de otra posición de honor en la lista. La americana clásica de Big Thief completa el top 5 con “Los Angeles”, en un género que aparece representado junto a muchos otros de los habituales de Rockdelux: el indie rock, el pop, la electrónica, el R&B e incluso el k-pop de BLACKPINK. Pasen y lean, escuchen y bailen. David Saavedra

50

Chappell Roan

The Giver

Un honky tonk desenfrenado, rebosante de líneas de violín vibrantes, ritmos que invitan a calzarse unas botas altas y un swag que haría sentir orgullosa a Shania Twain. Chappell se mete de lleno en el personaje, entregando un himno pícaro y coqueto que subvierte los trillados clichés de género del country. La producción, a cargo de Dan Nigro –cómo no–, equilibra autenticidad y brillo moderno. Sus guitarras resonantes y sus gritos de bar rezuman tradición, mientras que la irreverencia y teatralidad de Roan lo traen al presente. Álvaro García Montoliu

Lee la crítica completa aquí

49

Blondshell

23’s A Baby

“You killed me with your bad habits, you killed me when you had it”, canta Sabrina Teitelbaum, alias Blondshell, para terminar lanzando la gran pregunta en este ajuste de cuentas maternofilial; alguna vez ha confesado que su madre, fallecida en 2018, no estuvo cerca en su infancia: “Why’d you have a baby?”. Una exorcización de demonios que, sin embargo, brota luminosa, depuradora, con trazas del alt-rock de los noventa. Un juego de contrastes pergeñado con el productor Yves Rothman. Y una manera liviana de filtrar el dolor, muy judía, desde Carole King. Eduardo Tébar

48

Jamie xx

Dream Night

Cinematográfico y evocador, lleva varios meses alimentando esas grandes noches de ensueño del productor y reelabora, en clave progresiva y trancera, “Dancing Girl” (1972) de Terry Callier. Con el punto melancólico que es casi marca de la casa de Jamie xx, garage introspectivo de marca Burial y una tristeza jovial heredada de bandas como Hot Chip, “Dream Night” logra ser tan propulsivo como los temas de Bicep y Fred again.., y es quizá ahí donde mejor está compensado. Otro gran tema del verano por parte de uno de sus grandes valedores. Diego Rubio

Lee la crítica completa aquí

47

Six Sex feat. Dillom

Tócame

Un encuentro sexual tan explícito que hace temblar la tierra del tango. La argentina Six Sex y su compatriota Dillom, uno de los talentos emergentes más codiciados del país, combinan en “Tócame” tecnopop maquinero con acento urbano para demandarse el uno al otro, desparramar estrógenos y testosterona a raudales y gemir sin contención. Los productores DBBD y dj g2g aportan dureza y gamberrismo, respectivamente, con su participación en la descarada cópula. Si a veces la cuestión es explorar los límites, sin duda este es un tema de manual. Carlos Marlasca

46

Arca

Puta

Post-reguetón con zumbidos amenazadores, percusión futurista y una serie de acelerones y frenadas que la convierten en la canción que quiero que suene mientras follo con un desconocido en los baños de un club roñoso. Porque la letra de “Puta” es síntesis de esa guarrería que todos destilamos en las redes de folleteo: “Ven y fóllame de frente, pega tu frente a mi frente”, “ven y lléname la boca de leche”… Si nunca le has dicho algo similar a alguien desde la pantalla de tu teléfono móvil, probablemente no entiendas de qué va todo este tinglado. Raül de Tena

Lee la crítica completa aquí

45

DJ Python feat. Isabella Lovestory

Besos robados

Oscura y reptante, “Besos robados” se mueve entre algo parecido al downtempo y al trip hop sobre una sutilísima cadencia de reguetón, mientras un fondo etéreo, difuminado, le sirve a Python de lienzo para dibujar glitches, bombos distorsionados, encantamientos entre la psicodelia y el vaporwave, ecos y coros cibernéticos. Como si Mazzy Star aparecieran de pronto a las tres de la madrugada en pleno Perro Negro y jaquearan el soundsystem. O como si fueran directamente la banda residente de un garito de perreo en un videojuego ciberpunk. Diego Rubio

Lee la crítica completa aquí

44

Sparks

JanSport Backpack

Los Mael a estas alturas no van a cambiar de método. “JanSport Backpack” contiene todo lo que puede esperarse de ellos: los habituales recursos fonéticos, la apertura de significado o el producto de consumo como molde para transmitir la idea. Una opción: sumergidos como nos encontramos en la era neocapitalista, podría pasar que nuestra pareja nos abandonase y ya nunca veríamos cómo se aleja su ondulante cabellera, sino la trasera de una mochila indiferenciada que pronto se confundiría entre la multitud de cientos de figuras indistinguibles. José Manuel Caturla

Lee la crítica completa aquí

43

Amaarae

S.M.O.

A lo largo de los cuatro minutos y medio que dura el primer single de “BLACK STAR” (2025), celebrado tercer disco de Amaarae, la artista ghanesa-estadounidense explora un nuevo modo de fusión con su afrobeats futurista. Inspirado en el highlife ghanés de los años ochenta y con ecos de club garage, Amaarae hace flotar en “S.M.O.” su voz alienígena con suavidad y sensualidad, logrando que el título (“Slut me out”, algo así como “muestra la puta que hay en mí”) suene como una auténtica proclama de liberación del deseo casi espiritual. Gabriel Orqueda

42

Erika de Casier

Delusional

Se ha hablado mucho del amor en tiempos de Tinder. Y Erika de Casier parece insistir en el tema en “Delusional”, una canción de su cuarto álbum, “Lifetime” (2025). Algo así como una cita a ciegas, en la que la luso-danesa se autoproclama ilusa y se transmuta en una Sade que hubiera descubierto la vaporwave y que recordara la época de su vida en España a través de los ecos de los balearic beats. Sí, los muy recordables de los tiempos del glorioso “Sueño latino”. Una historia deliciosamente banal en menos de dos minutos y medio. Luis Lles

41

Sophia Kennedy

Rodeo

Los artistas que nacen en un sitio y se crían en otro suelen gozar de una esquizofrenia estilística que, en el contexto de la música pop actual, suena a ventaja competitiva. Sophia Kennedy, cantautora de origen estadounidense con campamento base en Hamburgo y Berlín, juega en esa liga, y con su último álbum, “Squeeze Me” (2025), lo deja claro. En el primer adelanto del mismo, “Rodeo”, encontramos pop orgánico con batería ultracálida, ribetes sintéticos y un lecho de piano omnipresente donde la artista adquiere sugerentes identidades vocales. Isabel Guerrero

40

Oklou feat. Bladee

take me by the hand

El mejor pop debería ser siempre así: pegadizo pero con puntito de singular perspicacia, asequible pero a la vez poseedor de ese burbujeo que lo hace especial, melódico aunque ligeramente extravagante. Puedes llamarlo hyperpop, art pop o synthpop millennial con gancho para que la generación Z también se rinda a su embriagador encanto: en esencia, estamos ante un hit soberbio, fruto de la primera colaboración entre la francesa Oklou y el sueco Bladee. Tres minutos (en realidad, algo menos) de ensueño. Carlos Pérez de Ziriza

39

Nilüfer Yanya

Cold Heart

Cambio de registro en la constante exploración formal y emocional de la cantautora londinense. Abre con una austera melodía de sintetizador sobre la que la voz de Yanya, cautivadora, flota envolvente y etérea, lejos de aquel reconocido gusto por un buen riff de guitarra como el de “Method Actor” y distorsiones que casi asomaban al shoegaze en “Like I Say” (I runaway)”, composiciones no tan distantes de su actual momento creativo. Una canción sobre la desconexión emocional, la vulnerabilidad y el dolor, camuflados de insensibilidad y desapego. Cesc Guimerà

Lee la crítica completa aquí

38

Smerz

You Got Time And I Got Money

El dúo noruego-danés ha logrado convertir esta canción en un auténtico hit y en su mayor éxito, con la irresistible combinación de un arreglo orquestal cinemático, beat sincopado de matiz soul, sugestivas voces entre el canto y el susurro y una letra que invoca el deseo y a la vez muestra la vulnerabilidad de un primer amor. Es una seductora y sensual balada en clave trip-pop que también tiene una deliciosa reminiscencia de las añejas canciones románticas, logrando mezclar clasicismo y cierto futurismo. Ramon Súrio

37

Forth Wanderers

Bluff

Unas notas de bajo y un cálido órgano generan un ambiente íntimo, pero es entrar la voz de Ava Trilling a los 18 segundos y prenderse la magia. Tiene un color precioso y una mezcla de ternura y vulnerabilidad para cantar sobre su inseguridad intrínseca: preferiría irse que mostrarnos sus cartas, viene a decir, en un medio tiempo cuya tensión hace crecer la ráfaga eléctrica sin terminar de hacerla explotar. No sabemos lo que deparará su carrera, pero al menos han conseguido grabar un nuevo álbum y, por la belleza de canciones como esta, pinta muy bien. Pepe Nave

Lee la crítica completa aquí

36

Ethel Cain

Fuck Me Eyes

Tras la experimentación sin fondo de “Perverts” (2025), los siguientes pasos de Ethel Cain abrieron ventanas y oxigenaron su caverna emocional en “Willoughby Tucker, I’ll Always Love You” también en 2025. “Fuck Me Eyes”, tercer corte de este, ahonda temáticamente en el espíritu teen de la chica perfecta que esconde cicatrices y dolor. Lo hace envuelto en neblinas dream con forma de baladón y se inspira en “Bette Davis Eyes” de Kim Carnes. Seis intensos y narrativos minutos para una torch song épica y brumosa con gancho melódico. Toma nota, Taylor: así, sí. Octavio Beares

35

Circuit des Yeux

Megaloner

Circuit des Yeux dice que alude a las consecuencias que sobrevienen tras una acción. Miedito. En la filmación no menos inquietante que acompaña a “Megaloner”, encarna la presencia oscura que observa una serie de situaciones cotidianas ejecutadas por gente actuando de forma repetitiva y espasmódica. Es claustrofóbica y amenazante, pero también hipnótica y pegadiza, por lo que goza de los ingredientes oportunos para que las legiones neogóticas amantes del pop electrónico más clásico alberguen grandes esperanzas en “Halo On The Inside”José Manuel Caturla

Lee la crítica completa aquí

34

Danny L Harle feat. PinkPantheress

Starlight

Un homenaje a las emociones encontradas: la melancolía de Monteverdi y Dowland, la pegada del eurodance de Gigi D’Agostino, el trance de los dos mil. Harle mezcla todas esas referencias en un batido turquesa de sintetizadores, coros celestiales y breakbeats de chicle que tanto recuerdan a las primeras fantasías de Alice Deejay como a los laberintos emocionales de un madrigal isabelino. Después de “Starlight” es difícil imaginar a Danny L Harle retrocediendo a fórmulas más tímidas. En su universo, la luz sigue encendida y el baile continúa. Laia Marsal

Lee la crítica completa aquí

33

John Maus

Because We Built It

John Maus ha publicado el disco más luminoso de su carrera en el peor momento de su vida. Tras varias pérdidas familiares y polémicas, el estadounidense ha necesitado siete años de silencio y reclusión para regresar con una joya que se abre con “Because We Built It”, maravilla que resume todo lo bueno que contiene el álbum. Una línea de bajo contagiosa y una melodía sencilla y oscura, como si fuera una especie de cantaor jondo de la música de baile, con las que se zambulle en el universo de Kraftwerk y New Order y sale con la cabeza bien alta. Israel Viana

32

Squid

Building 650

Muy cinematográfica, es otro ejercicio de post-punk rock vibrante, con las trazas habituales de jazz y más melodía de lo habitual, entre Tortoise –John McEntire vuelve a mezclar, como ya hiciera en “O Monolith” (2023)–, Pixies y los Go-Betweens de la primera época, maestros en sonar asequibles y extraños a la vez: escuchen “Before Hollywood” (1983). Apenas cuatro minutos de acordes discordantes, voz briosa, aromas psicodélicos y giros inesperados como unos sorprendentes arreglos de cuerda que en absoluto te hacen perder el hilo. José Manuel Caturla

Lee la crítica completa aquí

31

Horsegirl

Switch Over

El cambio de sonido presentado en los dos primeros adelantos de su segundo álbum vuelve a ser patente en este “Switch Over” y es probable que sea consecuencia de la producción más desnuda, sutil y rica instrumentalmente de Cate Le Bon. Si en su debut hacían gala de su fascinación por Sonic Youth y Kim Gordon, ahora parecen tener más que ver con formaciones contemporáneas que están dando su particular reinterpretación de la época como Porridge Radio o Goat Girl, menos ruido y más pop independiente en una nueva etapa de esplendor para el género. Carlos Marlasca

Lee la crítica completa aquí

30

Edwyn Collins

Knowledge

“El conocimiento es amigo mío / primero perdido, luego recuperado”, canta Collins con su gravedad luminosa, en otro certero reflejo de su aprendizaje vital entre dificultades y la lucha por preservar su identidad. Con el soul siempre en el corazón –y en ambientes y detalles: esos saxos de Sean Read, esas guitarras y pianos de James Walbourne–, esta es otra brillante dosis de sabiduría de un maestro del pop en todas sus etapas, quien al tiempo que anunciaba su gira de despedida, daba un nuevo paso en su vitalidad y creatividad inagotables. Ricardo Aldarondo

29

Wednesday

Elderberry Wine

En este nuevo tema se nota un cambio sutil pero decidido: menos ruido shoegaze, más pedal steel y armonías de voz con sabor country. Las guitarras eléctricas conviven con distorsiones suaves, creando una atmósfera cálida, agridulce y honestamente reveladora. Una transición perfecta que le sienta como un guante a la voz delicada de Karly Hartzman, arropada aquí por MJ Lenderman en un estribillo que ya nos ha hecho levitar. Aquí caben ecos del mejor pop-country, pero con la frescura y espontaneidad indie de unos Wednesday en estado de gracia. Ana Dara Peña Giraldo

Lee la crítica completa aquí

28

Lucy Dacus

Ankles

Viene cargada de un deseo barroco de libertad y placer sexual. Hay frustración en frases como “What if we don’t touch? / What if we only talk / about what we want / and cannot have?”, pero también un deseo físico palpable, con un enfoque en la pasión y el control mutuo. Esta canción te curará o te destruirá. Te permitirá acceder a los rincones más recónditos de la psique de Dacus. Mientras admiramos el erotismo de esta brillante obra de arte que es “Ankles”, tenemos tiempo para asegurarnos su inclusión en nuestras canciones favoritas. Ana Dara Peña Giraldo

Lee la crítica completa aquí

27

Geese

Taxes

“Getting Killed”, cuarto disco de Geese, bien podría ser la bendita anomalía de 2025. El cuarteto de Brooklyn es una de esas bandas que, cuando crees que la tienes agarrada, te hace un requiebro y escapa por caminos inesperados. En “Taxes” se cobra –pagamos– especialmente bien su raro tributo. Un exorcismo que podría devenir en extravagancia arty pero acaba rebozado en un puro arrebato místico sobre el que ruge desesperado Cameron Winter: “Si quieres que pague tributos / mejor que vengas con un crucifijo: / vas a tener que desclavarme”. Amén. Luis Miguel Flores

26

Alex G

Afterlife

En “Afterlife”, corte promocional de “Headlights” (2025), Alex G describe el desdoblamiento de su vida tras un hecho que impactó en él como un parteaguas: la paternidad. Las letras, no obstante, pueden leerse también como declaración artística, ligada a un hecho más anecdótico: Alex firmó con una discográfica grande. La producción glitchera cede el paso a una mandolina que evoca a R.E.M., pero la unción en el altar del pop solo refuerza la ambigüedad de la canción. “Afterlife” versa sobre las preguntas que el humano se hace desde las cavernas. Bartolomé Armentano

25

CA7RIEL & Paco Amoroso

#TETAS

El irresistible dúo argentino adelantó su divertido documental y EP “PAPOTA” con esta sátira sobre una receta para lograr el aparente éxito: “Si quieres ser alguien, no puedes ser tú… y si quieres ser tú, no vas a ser nadie, solo serás tú”. Inteligentemente esquivan la (absurda) censura, refiriéndose al pecho masculino sin dar a imaginar mama alguna, ya que ambas partes anatómicas simbolizan fuerza y presencia unisex. Resultando teta pura, valga la redundancia, les sirve de preventivo ante los efectos nocivos de una mediatización. Miguel Tébar A.

24

Christine And The Queens & Cerrone

Catching Feelings

Hay algo fascinante en cómo el deseo se muestra sin filtro, libre, ambiguo, sin necesidad de explicarse. “Catching Feelings” no es solo una canción para bailar: es un manifiesto sobre cómo sentir en voz alta, sin binarismos, sin armaduras. Esa tensión entre la elegante maestría de estudio de Cerrone y la narrativa a pecho descubierto de Christine And The Queens electrifica la canción. Una sacudida hasta el fondo. En sus manos, la disco vuelve a ser devocional: música sacra para la confesión secular. Álvaro García Montoliu

Lee la crítica completa aquí

23

FKA twigs feat. North West

Childlike Things

“LUX” de Rosalía vino a probar lo rentable que es una subscripción a Duolingo Pro para meter diferentes idiomas en tus temas. Pero, antes, FKA twigs ya había hecho lo mismo usando el japonés para añadir una dulce frescura infantil a “Childlike Things”, canción que reutiliza una letra que escribió con 13 años y que huye de los aromas a club de “EUSEXUA” (2025) para acercarse al j-pop con oído más anime. Todo eso en compañía de una North West –hijísima de Ye y Kim Kardashian– que podría dar rabia, pero que no. Raül de Tena

22

BLACKPINK

JUMP

Tras atender las demandas del estrellato por separado durante un par de años, el cuarteto surcoreano selló su retorno en modo tifón con un trallazo pistero –“JUMP” llega a marcar 145 BPM– fruto de la alianza entre productores de la casa YG más Diplo y Boaz van de Beatz, popes de Mad Decent. De nuevo en tu zona, siempre arriba gracias al bombástico surtido rítmico que las impulsa y tremendamente eficaces en el reparto de juego vocal –de una en una, por parejas, todas a la vez–, BLACKPINK entregan en mano el flyer de su fiestorro. ¡Venirse! César Luquero

21

Tate McRae

Sports car

El R&B-pop de los dos mil resurge en todo su esplendor en “Sports Car”, en la que Tate McRae se viste de la joven Britney Spears (más en concreto, la de “I’m A Slave 4 U”) y Ryan Tedder y Grant Boutin siguen bastante a rajatabla las lecciones de producción de Timbaland. El título es sencillo y también su mensaje: Tate quiere subirse a tu deportivo y hacer cosas contigo mientras conduces lejos. Así de sencillo y efectivo. En tiempos como estos, en los que un artista pop no parece nada sin narrativa extramusical o un set de influencias rebuscado, esta simplicidad es refrescante. Juan Manuel Freire

20

Addison Rae

Headphones On

Confirma la intención de que el primer largo de Addison Rae sea lo suficientemente rico en registros genéricos, ya que la sitúa a cierta distancia del dance-pop y el R&B con que vistió sus anteriores entregas. En este caso la mirada de su equipo de productoras-compositoras otea el horizonte nostálgico noventero y tira de ritmos swingbeat y cadencias trip hop para construir una precisa maquinaria melódica en la que cuesta discernir entre estrofas y estribillos, con la susurrante salmodia de la intérprete sureña dando continuidad al asunto. César Luquero

Lee la crítica completa aquí

19

HAIM

Relationships

Es una reflexión sobre las relaciones tóxicas que han mantenido a lo largo de su vida y el consiguiente sentimiento de culpa, la imitación de “lo que hacían sus padres” y por qué seguir en algo de lo que ya se han cansado hace mucho tiempo. Tras “Women In Music Pt. III” (2020), la línea temática de “Relationships” puede resultar algo desfasada, adolescente o naíf: todo cobra sentido al descubrir que esta es la primera canción compuesta para el LP antes mencionado. Es decir, el trío de hermanas está cantándole a un despecho del que ya ni se acuerdan. Presenta una renovación sonora de la que, a la vez, rebosa el espíritu inicial de HAIM: soft rock, un bajo funk, pop de humor moderno y una mezcla muy pulida y con mucho gusto por el vacío. Marta España

Lee la crítica completa aquí

18

bar italia

Cowbella

De todos los extraños bohemios y bohemios extraños que pueblan el nuevo trabajo de bar italia, la mujer de larga cabellera blanca y ojos aniñados de “Cowbella” es de largo la más carismática, misteriosa y arrebatadoramente atractiva: ¿Huye o se queda? ¿Besa o muerde? ¿Mantiene un amante en secreto? ¿Siguió luchando hasta que consiguió lo que quería o hasta conseguir lo que no quería? Sam Fenton y Nina Cristante se dan la réplica persiguiéndola mientras cabalgan un urgente ritmo post-punk, pero la fiereza de las guitarras de Jez Fehmi remite más al garage y al carácter arrollador de una mujer implacable que parece sobreponerse a todos los envites de la batería y de la vida. Al final, su figura se disuelve en una nebulosa marca Stereolab. Diego Rubio

17

Wet Leg

catch these fists

Otra canción llena de sarcasmo y mal genio, dos de las características principales de las letras del grupo de la Isla de Wight, sumadas al sentido del humor y a esa habilidad para los juegos de palabras y los dobles sentidos. Líneas breves y afiladas que pegan de maravilla con el estilo, recitado, casi hablado, de Rhian Teasdale, sobre las habituales guitarras sencillas repetitivas con melodías pegadizas de Wet Leg. Como si aquel encuentro incómodo de “Wet Dream” hubiera ido más allá en una noche de fiesta, “catch these fists” derrocha ímpetu y beligerancia. Otra canción sobre las dinámicas de poder y el hastío ante ciertas situaciones de la vida cotidiana donde esta vez el carácter explosivo gana la partida al humor ácido y la ironía. Cesc Guimerà

Lee la crítica completa aquí

16

Jeff Tweedy

Lou Reed Was My Babysitter

El título no es una declaración literal, ni falta que hace explicarlo. Tweedy creció deslumbrado con la guitarra de Lou Reed, tal como el prescolar lo estará con el juguete colgante que le sacude su niñera. Y este single de electricidad filosa y fraseo vocal agreste se levanta como homenaje y prueba de lección aprendida. No hay versos de alusión directa, pero es Reed quien sin duda planea sobre estos poco más de tres minutos de rock adulto, bien sostenido y convicción recurrente en una idea misteriosa: ¿cómo interpretar la repetición de la frase “los muertos no mueren”? El triple “Twilight Override” fue en 2025 una declaración musical ambiciosa y acaso inabarcable, pero en un track como este consigue destilar una síntesis seductora. Marisol García

15

Blood Orange

The Field

Construida alrededor de un sample de “Sing To Me”, del grupo de culto mancuniano The Durutti Column, la canción se desliza como un recuerdo. Las voces de los invitados se superponen como capas de neblina: Caroline Polachek, Daniel Caesar, Eva Tolkin, Tariq Al-Sabir… Todos aparecen, desaparecen, se desvanecen. Polachek canta el estribillo con esa mezcla suya de vulnerabilidad y claridad cristalina: “Sing to me, in the heat of the sun…”. Devonté Hynes ha dicho que la canción trata de “respirar hondo en campos abiertos y de quienes extrañamos cuando cerramos los ojos”. Y es eso exactamente lo que transmite. “Hard to let you go / see you and I know why it’s always grey”, canta, como atrapado entre la aceptación y la nostalgia. Álvaro García Montoliu

Lee la crítica completa aquí

14

Alan Sparhawk With Trampled By Turtles

Not Broken

Si tuviésemos que destacar dos rasgos de “Not Broken” más allá de su factura y bonita melodía, serían el arreglo de violonchelo y, sobre todo, la voz de Hollis Sparhawk, que suena como la de su madre, esposa de Sparhawk –fallecida en 2022– y baterista, cantante y compositora de Low, Mimi Parker. No es la primera vez que Holly aparece en un álbum de sus progenitores haciendo coros o encargándose del diseño, como en el instrumental “Solo Guitar” (2006), primer disco de su padre en solitario, pero esta vez la hija de Low se muestra en primer plano replicando con el estribillo –que ambos repiten al final– “It’s not broken, I’m not angry”, después de que Alan entone “… turn up the bright lights, and turn up the drum mics…”. José Manuel Caturla

Lee la crítica completa aquí

13

Lana Del Rey

Henry, come on

Haga lo que haga, una canción de Lana será siempre y ante todo una canción de Lana. “Henry, come on” adelantó allá por abril un álbum que aún es incógnita. El disco country se dijo, corroborado en la coescritura de Luke Laird y la acústica polvorienta con la que arranca, para dar paso a su voz lánguida que se torna dulce, seductora y al fin quebrada, como si nos contara su historia con el vaquero escorpión (“He estado luchando, pero ayer oí a Dios decir: Naciste para ser quien sostenga la mano del hombre que vuela demasiado cerca del sol”) desde una mecedora, en la serena evocación del momento. A medio metraje aparecen las cuerdas, una pequeña orquesta que sabe a emoción y anhelo. El amor continúa. También el desencanto. Javier Corral “Jerry”

12

Baxter Dury

Allbarone

Sin perder nunca el porte de dandi ni ese coolness genuinamente británico, Baxter Dury sigue actualizando el legado crooner como nadie. “Allbarone” viene atravesada por una juguetona melodía electroclash y líneas de bajo manifiestas. Lo acompaña la voz de una JGrrey embutida en estampados de leopardo arrancados a mordiscos a Le Tigre o Chicks On Speed. Un coqueteo verbal canalla, seductor, sucio, como una invitación para una noche de descontrol por un Piccadilly Line regentada por borrachos que pueden arruinarte la noche, o por esos palacios venecianos que asoman en el videoclip. Todos los ambientes abren sus puertas al hijo de Ian Dury. Y él acepta la invitación aterrizando sobre la pista de baile sin una sola mancha en su traje. Genio y figura. Marc Muñoz

11

Saint Etienne

Glad

Saint Etienne anunció su retiro. Lo hizo con “International” y con una canción de adelanto, “Glad”, que, de alguna manera, encapsula las virtudes de un grupo único en su país. El tema tiene además una historia curiosa. El combo le preguntó a Tom Rowlands, una de las dos mitades de The Chemical Brothers, si tenía alguna composición entre manos que pudiera servir para Saint Etienne. La respuesta fue positiva: una pieza animada que además contaba con la guitarra de Jez Williams, del grupo Doves. Sobre esa base, crearon una melodía saltarina y pegadiza que, en palabras de Pete Wiggs, “trata sobre buscar placer en actividades cotidianas de la vida como la naturaleza y estar al aire libre cuando la realidad te está deprimiendo”. Nacho Ruiz

Lee la crítica completa aquí

10

Turnstile

I CARE

Lo que va de “Underwater Boi” –tema de “Glow On” (2022)– a “I CARE” es la evolución de una banda capaz de ampliar su campo musical hacia direcciones inesperadas. Y en esa caja de sorpresas que es “NEVER ENOUGH” (2025) pasa por ser el momento más melódico del grupo. Nunca Turnstile ha sonado tan cristalino. Una canción pop que se desliza de inicio por guitarras entre la new wave y The Smiths hasta la pequeña deflagración controlada en la que Brendan Yates entona ese estribillo con pregunta central: “But do you really wanna fall apart? / And do you really wanna break my heart in two?”. Envoltorio frágil para el caos y la profundidad emocional que forman parte del espíritu del género y que los de Baltimore mantienen en su esencia. Cesc Guimerà

09

PinkPantheress

illegal

La artista británica que empezó subiendo temas de minuto y medio a YouTube ha terminado reescribiendo las reglas del pop digital. En “Illegal”, PinkPantheress lleva su fórmula a la combustión perfecta: UK garage, two-step (muy) azucarado y paranoia pop. La voz, casi infantil, narra la euforia química de perder el control una noche cualquiera con la calma de quien flota sobre un beat frenético y otras sustancias: el resultado es tan adictivo que parece literalmente ilegal. Ubicua en TikTok y no tanto en los clubes, resume la complejidad de canalizar un comportamiento generacional en tres minutos de dulzura febril. Si el drum’n’bass hubiese nacido en Tumblr durante la época del indie-sleaze, sonaría así: coqueto y con un filtro de purpurina. Marta España

08

Lorde

What Was That

De las guitarras intimistas introductorias brotan rápidamente sintetizadores melodramáticos. Lo que le sigue es un visceral crescendo, que se eleva hasta llegar a la catarsis absoluta à la Robyn y en el que disecciona las heridas aún tiernas de su corazón roto. “Tapo todos los espejos, todavía no puedo verme / Llevo el humo como un velo de novia”, canta en la primera estrofa. Lorde sabe perfectamente que detrás de cada play a sus canciones hay alguien con ganas de correr cantando por las calles hasta que la policía lo desaloje, bailar su canción favorita en su habitación hasta tener agujetas, enamorarse perdidamente y vivirlo todo con quizá demasiada intensidad (pero con mucho orgullo). Y está más que dispuesta a volver a dárnoslo. Sara Vega

Lee la crítica completa aquí

07

Robyn

Dopamine

Aunque aún no sabemos si se puede hablar de un primer single (ojalá), lo cierto es que “Dopamine” funciona perfectamente como tal, y está a la altura de otros “regresos” triunfales de la cantante sueca como “Do It Again” y “Missing You”. Producida junto con su colaborador de toda la vida, Klas Åhlund, autor de algunos de sus hits más recordados, y escrita junto con Taio Cruz (¡WTF!), “Dopamine” es la primera canción original de Robyn en siete años, supone su debut en el sello Young (lo que en cierta manera explica su relación tan fructífera últimamente con la escena londinense) y consigue satisfactoriamente transponer el luminismo y la euforia sintética de “Body Talk” (2010) al pulso profundo y la gravedad electrónica de “Honey” (2018). Diego Rubio

Lee la crítica completa aquí

06

Destroyer

Hydroplaning Off The Edge Of The World

Seduce desde su arranque, con unos coros adictivos y una melodía sobre la que Dan Bejar va hilando, con una interpretación vocal cargada de matices, frases desasosegantes, con reminiscencias de los temas que el músico compusiese para The New Pornographers. Hay algo en lo que cuenta el de Vancouver que me recuerda también a “Like A Rolling Stone”, de Bob Dylan, aunque aquí se cambia la segunda persona por la primera. La canción no pierde capacidad de enganche durante sus casi cinco minutos. Se sostiene sobre una estupenda base rítmica y un manto de teclados que le confiere una peculiar atmósfera, mientras que las guitarras, acústicas y eléctricas, aparecen y desaparecen cuando menos se espera. David Saavedra

Lee la crítica completa aquí

05

Big Thief

Los Angeles

“Los Angeles” es una demostración de cómo relatar un episodio vital con amor, respeto y sin amargura. La voz de Adrianne Lenker sostiene la tensión de la historia –que ella misma escribe– con sus detalles de idas, venidas y cálculos emocionales. Es una delicia escuchar cómo interpreta y deshace cualquier atisbo de rigidez en la métrica de los versos. Las palabras trotan en las estrofas igual que se pasean los nudos en la garganta –del pecho al paladar– cuando se trata de revisar los hechos que se han vivido desde la perspectiva del amor y los que quedan por vivir desde la nueva perspectiva de la amistad.

Dom Monks, productor de cabecera de la banda y también del disco “Double Infinity” (2025), ha construido una arquitectura muy cálida y desenfadada para esta canción, convirtiendo la guitarra acústica en la otra gran protagonista del corte. Entre otros motivos, porque acompaña a la armonía vocal de Lencker como una escudera fiel y tiene el punto justo de pegajosidad, ya que invita a tararearla apenas unos instantes después de escucharla. Es fabuloso cómo un instrumento se convierte, por derecho propio, en un soporte emocional.

“Los Angeles” fue uno de los singles de este LP que ya supone el sexto en la carrera de este cuarteto reconvertido en trío desde el pasado 2024 tras la salida del bajista Max Oleartchik (de forma amistosa y por motivos personales). Quizá este corte encarna, precisamente, la quintaesencia de una ruptura madura en la que se acepta que, cuando ya apenas queda nada que hacer y mucho menos que dar, es el momento de poner punto y final a las historias. María Ballesteros del Prado

04

Stereolab

Aerial Troubles

¿Puede un regreso sonar a presente sin renunciar a su propia historia? “Aerial Troubles”, el primer sencillo del nuevo disco de Stereolab, “Instant Holograms On Metal Film” (2025), responde afirmativamente. El legendario grupo anglo-francés regresa sin nostalgia, pero con memoria. La participación de los miembros fundadores Tim Gane y Laetitia Sadier y las colaboraciones de Cooper Crain, Rob Frye y Ben LaMar Gay hacen de su nuevo álbum un regreso que no solo rinde homenaje a su legado, sino que lo expande, proyectando una visión contemporánea renovada que refuerza la identidad única de la banda. “Aerial Troubles” bebe de la esencia del motorik, ese ritmo pulsante, mecánico y constante que caracteriza el krautrock, y lo adapta a su propio estilo contemporáneo. El ritmo, que recuerda el de bandas clásicas como Neu! y CAN, es la columna vertebral de la canción, con una base rítmica hipnótica y fluida.

A lo largo del tema, este pulso aporta estabilidad en medio de la inquietud, un movimiento constante que es clave en la atmósfera general de la canción. El trabajo de producción de Cooper Crain (conocido por su asociación con Cave y Bitchin Bajas) refuerza aún más esta sensación de continuidad, ya que su enfoque en el uso de sintetizadores y máquinas crea un paisaje acústico que va más allá del krautrock clásico. Crain, junto con el aporte de Holger Zapf de Cavern Of Anti-Matter en los “sintetizadores y tratamientos”, introduce texturas electrónicas que evocan una interpretación más fresca, alineada con las tendencias de la música electrónica contemporánea. Laia Marsal

Lee la crítica completa aquí

03

Model/Actriz

Cinderella

En la crítica del álbum de debut de Model/Actriz, “Dogsbody” (2023), Juan Cervera describía con gran precisión: “un cóctel de excitante y sudoroso electro-rock que parece una referencia perdida de los buenos (¡ay!) tiempos del catálago de DFA”. Allí citaba a bandas referentes como !!! o Xiu Xiu. La mención a aquellas observaciones viene a cuento de que “Cinderella”, su nuevo single, sale del mismo molde, si acaso con una leve pincelada melódica de aquellos hits de baile de divas como Britney Spears en el estribillo. No en vano, ha sido coproducido y mezclado por Seth Manchester y masterizado por Matt Colton, el mismo equipo de su primer trabajo, ambos a los mandos de su segundo LP, “Pirouette”, del que forma parte este adelanto.

La canción es una declaración de amor y autoafirmación en toda regla, en la que Cole Haden, cantante y carismático frontman, confiesa a su nuevo amor, con el corazón en la mano, que con cinco años deseaba tener una fiesta de cumpleaños de Cenicienta y que, cuando entonces se echó atrás, se sintió frustrado. Ahora todo será diferente. En el excelente vídeo del tema, el director Nathan Castiel le da el gusto a Haden de brindarle una adaptación del cuento. Cole, una sufrida Cenicienta fregando el suelo de sus malvadas hermanastras, recibe la visita del hada madrina que la viste de clásica princesa, solo que con frondoso mostacho, para una fiesta en un club gay de Brooklyn donde descubre a su príncipe azul, o más bien dorado, con la repentina huida y posterior rencuentro feliz del cuento, tras una animada coreografía. Pepe Nave

Lee la crítica completa aquí

02

Lady Gaga

Abracadabra

Quince años después de esa cumbre del pop que fue “Bad Romance” (2010), Lady Gaga vuelve a invocar los demonios y divinidades de su propio mito. “Abracadabra” es un retorno triunfal a la teatralidad de su era imperial, una explosión de exceso pop que convierte el artificio en liturgia. Desde sus sílabas sin sentido (“Amor-oo-na-na... Morta-oo-ga-ga”), el tema se erige como un conjuro autorreferencial, una invocación de sí misma. Gaga recurre a su propio lenguaje esotérico, a ese galimatías de sílabas onomatopéyicas que, en su boca, suenan como plegarias y amenazas a la vez.

Musicalmente, “Abracadabra” es un torbellino de energía house, bajos obsesivos y sintetizadores en combustión, entre ecos de “Alejandro”, “Scheiße” y “Born This Way”. Pero más que una cita al pasado, funciona como relectura: Gaga transforma su propio vocabulario en un ritual de reinvención. La producción, meticulosa y expansiva, combina precisión digital con un dramatismo casi operático. Su voz más grave y más consciente de su poder se impone con autoridad chamánica.

En su núcleo, “Abracadabra” habla de la dualidad y la metamorfosis, de la eterna pugna entre el orden y el caos. El título resume su tesis: el pop como acto de magia, la canción como encantamiento que transforma tanto a quien la canta como a quien la escucha. Lejos de la ironía, Gaga se entrega a lo ritual, como si bailando pudiera conjurar la salvación con un himno que reafirma su lugar como gran arquitecta del pop moderno. En tiempos donde el pop tiende al minimalismo y la introspección, “Abracadabra” reivindica el goce, el artificio y la desmesura. Álvaro García Montoliu

01

Bad Bunny

BAILE INoLVIDABLE

Héctor Lavoe ofició un funeral para su corazón desahuciado, consumido por la rabia, en “Todo tiene su final” (1973), Lalo Rodríguez cayó preso del fantasma del deseo en “Ven devórame otra vez” (1988) y Gilberto Santa Rosa hizo inventario de camas vacías y mañanas solitarias en “Vivir sin ella” (1990). Esa carta de confesión que es “BAILE INoLVIDABLE”, rendición incondicional con la que Bad Bunny honra y venera un amor roto, tiene algo de todas ellas. Claro que Benito Martínez Ocasio no tiene una voz a la altura de esos salseros legendarios, pero es que no la necesita: se basta y se sobra con ese léxico imposible, escurridizo y boricua, desbordante de ingenio y grosería.

Detrás de esa lengua soez capaz de inventar mil formas de decir que lo único que ansía en este mundo es metértela hay una emoción desaforada que arrasa con todo como un huracán. Porque Benito siempre ha sido un romántico sin solución, cautivo de un corazón tiroteado. Si el licor, el humo y la lascivia a menudo le han servido para llenar esos agujeros en el pecho, en los versos de “BAILE INoLVIDABLE” rebaja el bellaqueo para levantar todas las cartas después de haber perdido la partida: “Pensaba que contigo iba a envejecer / En otra vida, en otro mundo, podrá ser / En esta solo queda irme un día / Y ver pa’l cielo a ver si te veo caer”. Este salsote es un ajuste de cuentas con la verdad más cruel que hace de la desolación una fiesta; una declaración de amor rebotando contra las paredes de una mansión vacía. Es la más atroz de las condenas: esa clase de soledad que nadie ni nada puede llenar. Experto en hacer saltar las lágrimas y los puntos de sutura con esas barras como hierro candente de temas ya eternos como “Si estuviésemos juntos”, “LA CANCIÓN” o “Un verano sin ti”, el Conejo Malo suena más épico que nunca, aupado sobre el frenesí de ritmos y arreglos como guirnaldas cortesía de la orquesta de la Escuela Libre de Música Ernesto Ramos Antonini de San Juan. Toca aplacar el rencor y poner un altar a todo lo bueno. Puede que esa mujer se haya ido, pero él siempre la llevará dentro. Como ese amor que se perdió, esta salsa es una proeza y un sueño. Juan Monge

Playlist / TOP 2025: canciones internacionales

Fueron las mejores...

1986 R.E.M. Fall On Me / 1987 Suzanne Vega Luka / 1988 Prince Alphabet Street / 1989 Public Enemy Fight The Power / 1990 Deee-Lite Groove Is In The Heart / 1991 R.E.M. Losing My Religion / 1992 Khaled Didi / 1993 US3 Cantaloop (Flip Fantasia) / 1994 Youssou N’Dour & Neneh Cherry 7 Seconds / 1995 Goldie Timeless / 1996 R.E.M. E-Bow The Letter / 1997 Primal Scream Kowalski / 1998 Pascal Comelade & PJ Harvey Love Too Soon / 1999 Armand Van Helden U Don’t Know Me / 2000 Madonna Music / 2001 Missy Misdemeanor Elliott Get Ur Freak On / 2002 Missy Elliott Work It / 2003 Beyoncé (feat. Jay-Z) Crazy In Love / 2004 Franz Ferdinand Take Me Out / 2005 Rufus Wainwright The One You Love / 2006 Gnarls Barkley Crazy / 2007 Rihanna (feat. Jay-Z) Umbrella / 2008 Coldplay Viva la vida / 2009 Animal Collective My Girls / 2010 Caribou Odessa / 2011 M83 Midnight City / 2012 Frank Ocean Pyramids / 2013 Daft Punk Get Lucky / 2014 Sia Chandelier / 2015 Kendrick Lamar King Kunta / 2016 Rihanna (feat. Drake) Work / 2017 Lorde Green Light / 2018 Childish Gambino This Is America / 2019 Billie Eilish bad guy / 2020 Bob Dylan Murder Most Foul / 2021 Fred again.. (feat. The Blessed Madonna) Marea (We’ve Lost Dancing) / 2022 Stromae L’enfer / 2023 Olivia Rodrigo vampire / 2024 Fontaines D.C Starburster.

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados